La oposición de Anestesiología del HUBU a la aprobación de comisiones de servicio que mermaran su ya deficitaria plantilla de especialistas se ha pasado por alto este verano, cuando la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) ha concedido un permiso de este tipo, que autoriza a un anestesista que eligió plaza en Burgos el desplazamiento al hospital de Salamanca.
Es decir, que el complejo asistencial de la capital vuelve a quedarse con cuatro anestesistas menos de los que se supone que debería tener, mientras que el salmantino refuerza una plantilla que no solo no tiene falta de médicos sino que es muy superior en número a la de Burgos: 56 frente a 41 (en teoría, porque el déficit supone que la plantilla vuelve a quedarse en 37 y, como se explica a continuación, en este tema también hay 'letra pequeña').
La aprobación de estos permisos ha enfurecido este año a numerosos servicios del HUBU y, de hecho, fue una de las razones que motivaron el pasado julio la dimisión de los jefes de servicio de Endocrinología y Medicina Interna. Pero, sin llegar a este extremo, el sentimiento generalizado en el complejo burgalés es que la aprobación de las comisiones beneficia a otros centros sanitarios en perjuicio del HUBU, que ya está muy tocado en materia de personal.
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