Más de 630 accidentes de tráfico con fauna en Aranda y Ribera

L. NÚÑEZ / Aranda
-

La Nacional 122 continúa como la vía que más siniestros acumula, con 91 el año pasado y otros 11 hasta abril. El jefe provincial de Tráfico destaca el papel de medidas como los ahuyentadores por ultrasonidos

Más de 630 accidentes de tráfico con fauna en Aranda y Ribera - Foto: C. Castrillo

No hay un solo día en el que las carreteras de Aranda y la Ribera del Duero no registren al menos un accidente de tráfico provocado por la fauna salvaje. La media está en 1,5 por jornada. Según los datos de la Dirección General de Tráfico, a lo largo de 2023 se contabilizaron 539 siniestros en la comarca, a los que se suman otros 93 más que se han producido en lo que va de año. En total, 632 percances, la mayoría causados por corzos y jabalíes.

Estos datos representan un descenso del 8% en comparación con el ejercicio de 2022 y el primer trimestre de 2023, cuando se contabilizaron 690 siniestros. Detrás de esta merma en la accidentalidad se encuentra, fundamentalmente, la enfermedad que ataca a los corzos desde hace un tiempo. Al parecer, un gusano afecta las vías respiratorias de estos animales. Tras depositar sus huevos en la nariz o en la laringe, nacen las larvas que al crecer les debilitan por dentro hasta el ahogamiento. Esta es la explicación más lógica al descenso de incidentes de circulación con la fauna y así lo constata el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, quien destaca que "la tendencia se ha invertido por este factor ya que la movilidad continúa en aumento".

También influyen los ahuyentadores que cada vez más conductores instalan en el frontal de sus vehículos. "Emiten unos ultrasonidos y espantan a los animales", explica Galán, al tiempo que detalla que la Guardia Civil los ha incorporado "y notan que se han reducido los accidentes". A ello se suman otras soluciones técnicas que se están desarrollando y, sobre todo, la prudencia con la que circulan la mayoría de conductores, especialmente al amanecer y atardecer.

Punto por punto. Pues bien, si se analiza carretera por carretera, la Nacional 122 repite como la vía con más percances. En 2023 se produjeron 91 y en lo que va de 2024, otros 11. En la zona, los vecinos están más que 'acostumbrados'. De hecho, raro es el que no se ha llevado algún susto. Luis, residente en Vadocondes, cuenta que no hace mucho golpeó a un corzo. Por suerte, "no iba deprisa y pude frenar". Al ubicarse entre el monte y el río, lo define como "un punto bastante conflictivo" en el que "hay que tener muchísimo cuidado". A la N-122 le sigue en siniestros la BU-910, con 86 accidentes en 2023 y otros 10 en 204. Ahora bien, cabe matizar que esta carretera autonómica, que comunica Aranda con la N-234 en Hacinas, atraviesa diversas comarcas y no se precisa cuántos percances tuvieron lugar en la zona de la Ribera del Duero, a su paso por Sinovas, Villanueva de Gumiel, Baños de Valdearados o Caleruega, y cuántos en la parte de la sierra.

Ocurre lo mismo con la BU-925, con inicio en Aranda y final en La Gallega. El grueso de sus 50 kilómetros se engloba en la Ribera, al atravesar Quemada, Zazuar o Peñaranda de Duero. Aquí, se registraron 62 accidentes el año pasado y una decena más en 2024.

Otro de los puntos conflictivos se halla en la BU-120, entre Aranda y Roa. Corzos y jabalíes provocaron 48 siniestros en 2023 y 16 más desde enero a principios de abril. Le sigue de cerca la BU-P-1102, entre La Aguilera y Gumiel de Mercado, con 48 accidentes, o la BU-130 con 39 más. En total, según los datos de la DGT, se han producido siniestros en 34 carreteras, que pasan por Fuentenebro, Milagros o Tórtoles, entre otros municipios.