El Al Ahly egipcio se tomó la revancha contra el Barça este jueves, venciendo en el duelo por el tercer y cuarto puesto del Mundial de Clubes (32-29), y al campeón de Europa se le escapó el bronce debido a su pobre actuación defensiva en su último compromiso en Egipto.

Después de perder en sus respectivas semifinales, el Barça ante el Veszprém húngaro (34-39) y el Al Ahly contra el Magdeburgo alemán (28-24), ambos equipos volvieron a verse las caras después del triunfo azulgrana en la fase de grupos (23-31).

Ante la falta del estímulo que representa la lucha por un título, los hombres de Stefan Madsen fueron los únicos que asumieron el reto de ir a por el bronce y arrasaron en los compases iniciales.

Superado el ecuador del primer tiempo, el cuadro africano llegó a endosarle una renta de siete goles a los azulgranas (11-4, min.15), con especial protagonismo de Mohsen Ramadan, máximo anotador del partido con siete dianas.

El campeón de Europa, todavía con los fantasmas del Veszprém en la cabeza, sufría en ataque, donde se chocó contra un muro: Mohamed Ibrahim.

El guardameta del Al Ahly, suplente en el encuentro de fase de grupos, se convirtió en el héroe del primer tiempo, con un auténtico recital bajo palos que despertó en incontables ocasiones el griterío de la afición local.

En los siguientes compases, los egipcios llegaron a colocarse ocho goles por delante, pero un parcial de 2-7 de los azulgranas, impulsados por cinco dianas de Blaz Janc, estrecharon a tres la distancia al descanso (18-15).

El Barça no perdió el fuelle del final del primer tiempo y siguió creyéndose la remontada encomendándose a Domen Makuc, que anotó tres rápidos tantos para reducir la renta a la mínima (21-20, min.37).

Los hombres de Carlos Ortega mantuvieron el ritmo en los siguientes compases, pero los zurdazos de Ramadan y el despertar de Ahmed Adel, desaparecido hasta entonces, devolvieron la superioridad al Al Ahly (27-23, min.49).

Siguió intentándolo el equipo catalán en los últimos minutos por mediación de Petar Cikusa, con tres goles en los compases finales, pero la debilidad defensiva de los azulgranas permaneció y finalmente los egipcios se llevaron el partido por el tercer y cuarto puesto (32-19).