Calcetines solidarios para un programa de Esclerosis Múltiple

G.G.U. / Burgos
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La iniciativa surge de la colaboración con la empresa burgalesa Cagüen Socks

El empresario Rafael Rodríguez, con la directiva de Afaem, Verónica Sarabia. - Foto: Ramis

Dar visibilidad y mayor calidad de vida a las personas con esclerosis múltiple es el doble objetivo que persigue la asociación que aglutina en Burgos a las personas con esta enfermedad crónica del sistema nervioso central, Afaem, al colaborar con la empresa Cagüen Socks en una iniciativa solidaria: vender calcetines de la firma burgalesa para financiar un nuevo programa de ejercicio adaptado para usuarios de la entidad. 

«Hace años se decía que el deporte era malo para la esclerosis múltiple, pero esta afirmación ya está totalmente desmentida: el ejercicio físico mejora la calidad de vida de los afectados, aunque al principio cueste hacerlo», explicó la afectada y directiva de Afaem Verónica Sarabia durante la presentación de esta colaboración, ayer en el edificio Nexo de la Fundación Caja de Burgos. Junto a ella estuvo en todo momento el arandino Rafael Rodríguez, promotor de la empresa de calcetines y ya habituado a este tipo de iniciativas, dado que el año pasado hizo algo semejante con la asociación de parálisis cerebral (Apace).

En este caso, la colaboración comenzó a gestarse hace medio año y ya es una realidad tangible a la venta en varios establecimientos: Deportes Manzanedo, Medias y punto, Siso's y Fionn y, por último, la sede de Afaem, en el centro Graciliano Urbaneja. Cada par cuesta 10 euros y está disponible en dos modelos de color azul -uno celeste y el otro marino-, protagonizados en sendos casos por el dibujo de una neurona. «Queríamos personalizarlo y surgió el tema de la neurona», dijo Sarabia, antes de aclarar que fue el motivo ganador porque alude a la enfermedad. Si bien es cierto que se desconoce el origen y tampoco hay cura, sí se sabe que la esclerosis múltiple se desencadena cuando el sistema inmune ataca a la capa que no solo envuelve y protege a las neuronas (la mielina), sino que facilita la transmisión de los impulsos eléctricos. «Suelo decir que es como si fallara el plástico que recubre el cable», apuntó Sarabia.

Por ahora se han fabricado 300 pares, con los que se confía en financiar este nuevo programa de ejercicio físico y personalizado a las necesidades de cada usuario, en el sentido de que los fisioterapeutas que lo impartirán lo adaptarán a la condición física y a las necesidades de cada usuario.