Los árboles no dejan ver el bosque, ni una cosecha de girasol en el municipio de Poza de la Sal a Flavia Augusta. «Interesante y eficaz» ha resultado la nueva campaña de investigación arqueológica en el entorno de la villa. Pero también incompleta. A falta de utilizar el georradar tridimensional en un terreno sembrado con la flor amarilla, el equipo de trabajos relacionados con el proyecto de documentación gráfica de la cultura material asociada a los yacimientos del entorno pozano, dirigido por la arqueóloga Esperanza Martín, no dispone de los resultados finales de la investigación.
Aún así, la experta anuncia que se están «analizando las conclusiones alcanzadas y las de campo parecen ser esperanzadoras». Todos las evidencias apuntan a que la ciudad romana se ubicaba en las inmediaciones de la población pero «hasta que no se redacte el informe final no se podrán adelantar acontecimientos», declara la arqueóloga. Los trabajos se desarrollaron en verano y pretendían reiniciarse a lo largo de octubre, aunque no terminaron de completarse porque una de las fincas en las que es necesaria estudiar todavía no se han segado los girasoles. La agrupación encargada de gestionar las labores la compone un especialista en virtualización de patrimonio, un documentalista, un experto en el manejo de drones, un geofísico, una especialista de ayudante de topografía que además es prehistoriadora, tres arqueólogos y sus asesores. «Queremos devolver a la localidad lo que es suyo y por eso iniciamos una nueva campaña de prospección tanto terrestre, geofísica, magnetométrica como aérea que esperamos finalizar cuanto antes», añade Martín.
La Diputación otorgó al proyecto En Busca de Flavia Augusta una subvención de 7.000 euros. No obstante, la predisposición del Ayuntamiento pozano en generar estudios multidisciplinares que ahonden en el conocimiento histórico de la zona resulta «digno de admirar y estamos muy agradecidos. También a Manuel Gil por todo su esfuerzo», aclara.
Al mismo tiempo de llevar a cabo las prospecciones geofísicas los profesionales han realizado un seguimiento de prospección aérea mediante un dron, cuyo fin persigue la obtención de imágenes multiespectrales con diversos filtros, además de las genéricas. También han elaborado fotogrametrías del espacio a fin de poder obtener microrelieves que indiquen la presencia de antiguos yacimientos.
Todos los materiales encontrados están siguiendo un proceso de análisis, clasificación y estudio con sus correspondientes documentos gráficos. A día de hoy el equipo espera poder actuar en el último terreno para redactar el informe final del proyecto. «Tenemos ganas de exponer a los propietarios de las tierras y a los vecinos de Poza las conclusiones a las que hemos llegado gracias al estudio ejecutado», manifiesta la directora de la campaña.
En anteriores excavaciones se obtuvieron restos arqueológicos de cronología romana y la finalidad principal de este trabajo busca comprobar si todavía quedan restos en el subsuelo o si las obras de construcción del paso de la línea de ferrocarril Santander-Mediterráneo destruyeron las evidencias arqueológicas acabando con el yacimiento. La documentación existente sobre Flavia Augusta apunta a que la ciudad se desarrolló en el siglo I como un núcleo romano de importancia. Así lo exponen los restos hallados en el Cerro Milagro y las orillas del río Homino por el arqueólogo Julio Martínez Santa-Olalla.
Asociación. Con el fin de recibir apoyo económico y disponer de fondos para futuras campañas de investigación, miembros del equipo de trabajo pretenden fundar una asociación, de la que podrán formar parte todos los pozanos que quieran colaborar en el proyecto.