Los trabajadores de la fábrica de Burgos se incorporarán al trabajo el próximo 4 de enero, tras la finalización del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) iniciado ayer. Serán los primeros en volver al tajo respecto a sus compañeros de otras plantas, como las de Basauri, Bilbao y Puente de San Miguel, lo que habla muy bien de la productividad y eficiencia con que se trabaja en la factoría de la calle Vitoria. Además, no hay previstos otros periodos de ERTE durante 2024, algo que sí ocurrirá en otros lugares.
Tras un mes de intensas reuniones en Bridgestone, el pasado lunes 12 de diciembre se cerró el periodo de negociación para acordar los términos de un ERTE sin acuerdo con los sindicatos. La parte social, que había rechazado las medidas de compensación propuestas por el fabricante de neumáticos, se negó a suscribir un pacto aludiendo a que si el expediente se requería por motivos productivos era injusto que los empleados no cobraran el 100% de sus nóminas. No obstante, el ERTE fue puesto en marcha finalmente.
Al no alcanzarse punto de entendimiento alguno, finalmente los 2.814 trabajadores de las cuatro plantas que tiene la marca japonesa en España -1.455 de ellos en Burgos- percibirán el 70% de los conceptos fijos. La prima del 20% queda excluida del ERTE, y a pesar de que los empleados mayores de 55 años sí que entrarán dentro de este mecanismo, Bridgestone les garantiza que no tendrán pérdida económica a futuro.
En cuanto a los días de parada, ayer lunes la compañía modificó ligeramente su propuesta inicial: si en principio planteó detener la fabricación del 23 de diciembre al 3 de enero (ambos incluidos) y también del 29 al 31 de marzo y del 29 al 30 de junio, ayer apostó por hacerlo solo en el primer bloque. De este modo, en 2024 tan solo habrá afectación alguna desde finales de diciembre hasta el tercer día de enero. 2024, salvo necesidades de la empresa, se saldará sin parada alguna.