Después de un 2022 en el que se registraron en Burgos hasta 15 casos de la viruela del mono -enfermedad también conocida como viruela simial o mpox- y de un 2023 sin que hiciera su aparición en la provincia, en lo que va de este año solo se diagnosticado un caso, que fue detectado por la Junta en los primeros días del mes de febrero. Así, con 16 en total, Burgos ocupa el segundo lugar de la comunidad autónoma (después de Valladolid) con más casos. Como se recordará el pasado 14 de agosto la Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a decretar (lo hizo por primera vez en 2022) la emergencia sanitaria mundial sobre esta patología infecciosa causada por el virus del mismo nombre, que puede provocar una erupción dolorosa, inflamación de los ganglios linfáticos y fiebre. En la mayoría de las personas la recuperación es total pero hay casos en los que se puede complicar gravemente.  

Por eso, desde el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta se insiste en la recomendación de vacunarse, «tanto antes de tener la infección (pre-exposición) para personas con prácticas sexuales de riesgo, como en personas que no hayan pasado la enfermedad, pero que hayan mantenido contacto estrecho con alguien que si la sufriera (profilaxis post-exposición)».

La principal vía de transmisión de mpox es el contacto físico estrecho con las lesiones y costras en la piel y los fluidos corporales, como el que se produce durante las relaciones sexuales, por lo que se pide precaución y protección. También, aunque en menor medida, se puede contagiar a través de gotas respiratorias como las expulsadas al hablar, toser o estornudar durante el contacto cara a cara directo y prolongado con una persona infectada, cuando se comparte material que haya estado en contacto con sangre o fluidos infectados o a través del contacto con objetos contaminados como ropa de cama, toallas, prendas de vestir...

(Más información, en la edición impresa de este lunes de Diario de Burgos o aquí)