Regreso a los chismes del lugar tras el apagón de la vacación agosteña, disfrutada y gastada; y certifico que 'el ferragosto' ha sido 'lo más' en todo momento y ocasión. Que Aranda ha ejercido de capital de la Ribera a satisfacción de la riada de allegados y foráneos, dándoles compañía y acomodo, ocio, tradiciones, patrimonio, gastronomía, suministros…; a cuantos han llenado todos los pueblos comarcanos, y han dependido de sus recursos y sus gentes -siempre generosas y amigas- para poner la guinda al pastel del disfrute feliz y en paz. ¡Confiamos en haberlo conseguido!
Mención aparte obliga a destacar al Sonorama Ribera que durante cinco días duplicó con creces la población arandina, para participar en el rosario de conciertos musicales de toda condición, tanto en el recinto de El Picón, como en los diversos escenarios -incluidos infantiles- repartidos por la ciudad. Un maratón festivo que afecta -sí o sí, mucho- a Aranda y sus vecinos; colapsando aparcamientos, movilidad…; pero también se llenan los establecimientos y estamos en todos los medios con una promoción 10. Un complicado contraste en el que, sin perder un ápice de lo logrado, hay que mejorar al máximo las previsiones y condicionantes -por la organización y el Ayuntamiento- y afinar en las soluciones a los inconvenientes y problemas.
Y, entrando en septiembre, más celebraciones. Cercana (del 5 al 7), la VII Gran Fiesta de la Vendimia, con figuras populares del año como Eva Soriano (Embajadora) y Fernando Cayo (Ribereño); y el regalo de atractivos grupos musicales. La siguiente semana, las Fiestas Patronales, pregonadas por Isabel Santos, ¡artista muy nuestra!
PD.- El grupo socialista se queda con cuatro ediles por irse Alberto Marcos, que se independiza al no entenderse con sus ex; estos hablan de traición y le exigen que devuelva el acta, al no ser suya. ¿Posible transfuguismo hacia Sentir Aranda o folletín de serpiente de verano?