El alquiler de casas en los pueblos no frena la despoblación

I.M.L. / Aranda
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Las localidades ribereñas ofrecen casas rehabilitadas para familias que se quieran asentar en el territorio pero coinciden en que la llegada de habitantes no compensa el envejecimiento

El alcalde de Gumiel de Izán, Jesús Briones, abrió el proceso de venta de la Casa del Abuelo en 2021 y ha tardado tres años en encontrar un comprador. - Foto: I.M.L.

Las herramientas a disposición de los ayuntamientos ribereños para frenar la despoblación son limitadas, debido a la escasez de recursos económicos y la limitación de competencias. Ante la imposibilidad de mejorar servicios como los educativos o sanitarios, las localidades optan por poner a disposición de los interesados un lugar donde residir. En los últimos años, más de una decena de ayuntamientos ha invertido en la rehabilitación de las viviendas municipales, muchas de ellas en lo que fueron sus antiguas escuelas, para hacerlas más atractivas a posibles nuevos vecinos.

«Intentamos atraer población, que llegue gente joven», remarca el alcalde de Zazuar, Agustín Villa, que explica que tienen hasta cinco casas de alquiler municipal, ocupadas por vecinos del entorno. «Hay demanda, tanto por parte de personas del pueblo como de otros que, por ejemplo, trabajan en Peñaranda», reconoce Villa, por lo que la ocupación de esas viviendas no supone un incremento significativo de su padrón municipal.

Una opinión similar apunta el alcalde de Gumiel de Izán, Jesús Briones, que cuenta con seis viviendas de alquiler municipal, de las que sólo una está ahora mismo disponible, pero con una repercusión mínima en las estadísticas de población. «No se nota mucho, por no decir nada, la cosa se queda casi igual», reconoce Briones, que lo que ha detectado en los últimos tiempos es un incremento de la demanda de casas para comprar. «La gente tiene ganas de comprar, en las últimas semanas aquí se han vendido dos, pero hay pocas a la venta, eso es lo que nos frena más», asegura el primer edil gomellano, que también ha logrado vender la Casa del Abuelo, que llevaba a la venta desde 2021.

En el caso de Peñaranda de Duero, se va a acondicionar un edificio en la calle Arias Miranda con tres adosados para destinarlos a alquiler social. «Hay que buscar alternativas para lograr financiación», remarca su alcalde, Fernando Rioja, quien asegura que la falta de casas es uno de los grandes problemas que afrontan. «Hay demanda, pero la gente no arregla y los precios son bastante altos», indica en el ámbito privado, mientras que su Ayuntamiento dispone de siete viviendas municipales, cinco ocupadas y dos para arreglar.

Otra localidad que apuesta por el alquiler de viviendas municipales es Villanueva de Gumiel, donde su alcalde, Felipe Nebreda, pone el acento en que la demanda sigue al alza. En esta localidad cuentan con cuatro viviendas ocupadas, aunque la lista de espera es mayor que la oferta.

Las localidades que se encuentran más cerca de la capital ribereña son las que registran una mayor demanda de este tipo de viviendas. Es el caso de Milagros, donde ante la falta de ellas se han volcado en la venta de parcelas para construir viviendas. «Nos gustaría poder contar con una bolsa de alquiler, pero para eso tienen que querer los propietarios», apunta su alcalde, Pedro Miguel.

En Santa Cruz de la Salceda, como en otras localidades, las condiciones para optar a las casas de alquiler priorizan a los residentes allí para acceder a ellas. De ahí que la puesta a disposición de estos inmuebles sirva para fijar población pero no para incrementarla de forma significativa.