¡Somos una máquina perfecta! Como madre es increíble descubrir paso a paso la formación de una vida completamente nueva dentro de ti, sabiendo que se nutre de tu ser y que será perfecta y única.
Desde siempre he estudiado y observado con admiración el funcionamiento del cuerpo humano. La fisiología y la anatomía, cada una de las partes que componen un todo que se complementa y se conecta a través de señales eléctricas y químicas que nos regalan la vida a cada instante sin que hagamos nada voluntariamente para que así sea.
Aunque puede que algo sí que podamos hacer para preservar su funcionamiento, y prevenir problemas de salud: ahí está el autocuidado, esto es, la capacidad que tenemos las personas para promover y mantener nuestra salud y prevenir y superar la enfermedad, consiguiendo reestablecer en lo posible la función que se vio dañada. Conocer cómo satisfacer nuestras necesidades humanas fisiológicas, de seguridad, sociales y económicas y de autoestima y de realización personal para establecer una base sólida de desarrollo saludable.
Se entiende a nivel individual y también de comunidad. Cuidar nuestro cuerpo y nuestro entorno. Autocuidado también es vivir conectados en este de modo de vida que aporta salud, cuidando unos de otros, previo a lo que consideramos asistencia sanitaria profesional.
El autocuidado es el principal recurso de salud en el sistema sanitario. Los profesionales tenemos una función muy importante de educación y divulgación de salud en términos concretos y cercanos a los hábitos de vida de las personas. Pero todos tenemos una responsabilidad sobre nuestra salud y la de los demás.
Es un reto constante para la biología, conseguir evitar la enfermedad y superar los cuadros de destrucción con otros de regeneración. Conocer la fisiopatología es conocer qué es lo que puede desestabilizar el equilibrio dinámico que existe entre salud y enfermedad
Igual que cura una herida, siguiendo sus fases de coagulación del sangrado, inflamación, proliferación de tejido nuevo y maduración, así también tenemos la capacidad de curar muchas lesiones y agresiones que sufre el organismo, incluso sin que seamos conscientes.
Nuestro cuerpo está en continua evolución, como especie tras siete millones de años… Como individuos la evolución nos lleva al envejecimiento. Y aunque queremos cumplir años, luchamos contra él, por evitar el deterioro físico y mental, a nivel estético y funcional. Evolucionemos buscando nuestra mejor versión, sin dejar de SER y aceptando el paso de la vida y la huella que deja en nuestro cuerpo … Y agradeciendo todo lo que nos permite y nos concede VIVIR.