El rechazo del grupo político En Comú a la construcción de un megacomplejo turístico con casino y salas de apuestas en Salou (Tarragona) ha terminado por impactar en la vida diaria de los burgaleses.
Su negativa a apoyar la inversión proyectada por la multinacional norteamericana Hard Rock ha precipitado la convocatoria de elecciones al Parlament de Cataluña, que han echado por tierra la esperanza de que el Gobierno de España pueda pactar unos Presupuestos Generales del Estado para 2024.
Esta sucesión de acontecimientos políticos provocará que las inversiones en nuevas infraestructuras que tanto anhelan los vecinos de Burgos sean, al menos este año, prácticamente una quimera. La prórroga de las cuentas estatales no tendrá impacto alguno en las obras que en los presupuestos del 2023 contaban con partidas plurianuales (a varios años vista). Es el caso, por ejemplo, de la construcción de tramos en la A-12 (Santo Domingo de la Calzada-Villamayor del Río), la A-73 (Quintanaortuño-Montorio) o la redacción de los proyectos de construcción de la línea de alta velocidad entre Burgos y Vitoria. La ejecución de la A-11 entre Langa de Duero y Aranda, licitada la semana pasada por 212 millones de euros, también se salvará al reflejarse en las cuentas del año pasado.
No obstante, y he aquí el problema, las inversiones en otros puntos de estas mismas autovías tendrán francamente muy complicado -por no decir imposible- su salida adelante. Desde el Ministerio de Hacienda confirman a este periódico que el Gobierno cuenta con mecanismos para destinar dinero a cuestiones de emergencia. El derrumbe de un edificio, la rotura de una vía, los efectos de una inundación o un socavón en una autovía podrían encajar dentro de estos procedimientos extraordinarios. Sin embargo, al no estar reflejados en las cuentas para 2023 inyecciones de dinero para la construcción del tramo de A-12 entre Ibeas de Juarros-Burgos o la A-73 entre Báscones de Valdivia y Aguilar de Campoo (ambas en proceso de actualización) la salida a concurso de las obras queda en entredicho.
Con partida presupuestaria hasta 2025, la construcción del tramo de la autovía A-1 en el límite entre las provincias de La Rioja y Burgos proseguirá su camino sin variación alguna este año. - Foto: Alberto RodrigoDel mismo modo, cabe no esperar avances en los dos segmentos varados de la futura autovía a Aguilar (Montorio-Santa Cruz del Tozo y Santa Cruz-Pedrosa de Valdelucio) y que requieren también de una revisión en profundidad de sus proyectos. En la misma situación se encuentra el tramo Villafranca Montes de Oca-Ibeas de Juarros de la A-12, a falta solo de partida presupuestaria para iniciar los trabajos de ejecución. Idéntico futuro que la A-11 entre Aranda y Valladolid, que verá pasar el 2024 sin avances significativos.
La antigua autopista AP-1 continuará sin iniciar la construcción de sus dos ansiados enlaces (en Monasterio de Rodilla y en Zuñeda) mientras que tampoco parece que habrá novedades en cuanto a la salida a concurso de la redacción para ampliar de dos a tres los carriles de circulación entre Zuñeda y Burgos. Se trata de dos tramos (Zuñeda-Monasterio y Monasterio-Castañares) a sumar al ya adjudicado y en plena fase de estudio entre Ameyugo y Zuñeda.
Trenes. Dejando de lado las carreteras, en materia ferroviaria la redacción de los cinco proyectos en los que se ha dividido la línea de alta velocidad entre Burgos y Vitoria está totalmente garantizada. Transportes consignó dinero suficiente para que no haya problemas con el pago a las ingenierías que en estos momentos elaboran los planos que servirán de base a su construcción.
La redacción de los proyectos constructivos de la línea de alta velocidad entre Burgos y Vitoria está garantizada al contar con partida en los PGE de 2023 para este año. Sin embargo, la salida a concurso de las obras es altamente improbable. - Foto: ValdivielsoLa ausencia de partidas para licitar las obras, tal y como recoge el Adif entre sus previsiones de contratación para 2024, alejan más si cabe esta posibilidad de por sí ya remota. Así las cosas, todo hace indicar que será, como bien afirmó el ministro Óscar Puente, durante el 2025 cuando los cinco proyectos para erigir la plataforma entre las capitales castellana y vasca sea realidad. En cuanto al Tren Directo, únicamente habrá partida para el adjudicado estudio de viabilidad. Ni rastro de la retirada de la bateadora atascada en el túnel de Somosierra.
Lejos de las infraestructuras, la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 durante este 2024 no supondrá inconveniente alguno para la salida a concurso de los trabajos de rehabilitación del Hospital de la Concepción. Tampoco habrá problemas para levantar el nuevo Archivo Histórico Provincial en este enclave de la zona sur ni para la restauración de las vidrieras de la Catedral.