La cuenta atrás ya ha comenzado. Dentro de 47 días, el pabellón Multifuncional se vestirá de gala para acoger el montaje escénico más ambicioso que se ha realizado en la ciudad. Regresa la Zarzuela de San Juan del Monte, obra teatral y musical que volverá a un escenario después de casi 25 años. El estreno será el viernes 4 de mayo y se ha previsto una nueva función para el sábado 5 así como para el fin de semana siguiente. En total, se calcula que entre 4.000 y 5.000 personas podrán asistir a este espectáculo que cuenta con un presupuesto que ronda los 100.000 euros.
El despliegue humano y técnico no tiene precedentes. 150 mirandeses (más del doble que en la función que se realizó en 1986) están dedicando desde septiembre buena parte de sus fines de semana a ensayar esta zarzuela coral que narra, ni más ni menos, los días de la fiesta más popular de la ciudad, y todo ello ambientado en 1927, año en el que se estrenó la obra.
La reposición, que rinde homenaje al fallecido Dionisio Díez, exdirector de la Banda de Música y encargado de reponerla en los años 86 y 88 en el teatro Cinema, está suponiendo un esfuerzo notable para la Cofradía de San Juan del Monte, para los cantantes, actores, bailarines, músicos, constructores de decorado, técnicos de sonido e iluminación que harán posible este montaje, y sobre todo para las personas que dirigen el grupo, Javier Villegas y Maite Díez, que llevan tres años trabajando en este proyecto, así como para Alberto Sáez, encargado de la dirección musical, y para Natalia López, responsable de coreografías.
Asistimos a uno de los ensayos. Decenas de personas se suben al escenario de la Casa de Cultura para interpretar la jota sanjuanera. «Es uno de los números en el que participan prácticamente todos; divide la primera y la segunda parte del espectáculo», cuenta Maite Díez, hija del exdirector de la Banda, y que afronta este proyecto como un reto personal con el que, ante todo, quiere rendir homenaje a su padre.
Hombres a un lado y mujeres al otro, se desenvuelven con naturalidad sobre el escenario. Bailan, cantan y actúan. No es tarea sencilla para gente que, en algunos casos, no había pisado en la vida las tablas de un teatro. Tras unas cuantas repeticiones, el ensayo se da por válido y el turno llega entonces para la veintena de niñas que participan en el montaje. Preparan el octavo número, la subida al monte, y cantarán junto a un grupo de adultos, aunque primero preparan el número por separado. Díez ordena silencio y, tras unos segundos, comienzan a cantar. Vamos de romería adonde todos van, vamos de romería al monte de San Juan...
Fieles al original
Esta es la historia de cómo se vivía San Juan del Monte en los años 20. Y vaya si ha cambiado desde entonces. «La vida era muy diferente y la fiesta estaba alrededor de la religión», señala Díez. Pese a que han tratado de ser fieles al libreto original, admiten que han intentado darle un toque de modernidad. Así que advierten a la gente que fue a las últimas actuaciones «que no va ser exacto, a lo mejor van a ver una cosa que no es lo que se esperan», añade Villegas.
Actor y también escritor de obras teatrales, Javier Villegas reconoce que este es el trabajo «más ambicioso y más complicado» que ha tenido entre manos. «Trabajar con tanta gente, con música en directo y en un espacio que no es un teatro es para llevarse muchos quebraderos de cabeza», admite. Le preocupa especialmente la sonoridad del pabellón Multifuncional de Bayas, y aunque las experiencias anteriores han sido positivas, mantiene que hasta el día del estreno no se quedará tranquilo.
A partir de este mes los ensayos ganan en intensidad y, poco a poco, el puzzle en el que se dividieron los 14 números de la Zarzuela va tomando forma, y a la hora de distribuir a actores y cantantes «se ha intentado que cada uno tenga su parcela de protagonismo, que se les vea en algún momento de la representación». Una media de 40 personas salen en cada número de la Zarzuela, pero hay momentos en los que más de 100 personas están sobre el escenario.
Los últimos ensayos
Está previsto que a partir del 1 de abril puedan comenzar a montar un escenario cuyo diseño ha sido «una auténtica locura». Las dimensiones serán similares al de la Casa de Cultura (12 metros de largo y 8 de fondo), aunque se le añadirán una especie de hombros en los laterales de unos 5 metros cada uno para que los actores puedan subir y bajar.
Los que no subirán serán la treintena de músicos que darán sonoridad a la Zarzuela. Durante meses han ensayado primero por separado en el Conservatorio y, después, con los solistas. «La experiencia está siendo muy bonita», admite el director, Alberto Sáez. A pesar de su dilatada experiencia, es la primera vez que está inmerso en un proyecto de estas dimensiones con orquesta y coro «y encima tratándose de la Zarzuela de San Juan, es un orgullo como mirandés participar en esto», una opinión que comparten todos los que participan en el montaje.