Inés Praga

Esta boca es mía

Inés Praga


El valor de un profesor

06/11/2023

Cuando el escritor francés Albert Camus recibió el Premio Nobel de Literatura en 1957, escribió una carta de gratitud al maestro que tuvo de niño en un barrio pobre de Argel : «quiero decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y su corazón generoso continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido».

Pienso que cartas como esta deberían colgarse en la entrada de las escuelas como estímulo para los profesores y ejemplo para alumnos y padres. El maestro de Camus supo ver y potenciar las capacidades de un niño sin recursos, y no hace falta ganar el Nobel para valorar el papel crucial de un profesor en nuestras vidas, sobre todo en la infancia y la adolescencia. Pero en España el reconocimiento ha sido muy escaso: ¿Les suena aquello de 'pasar más hambre que un maestro de escuela'? Un refrán muy español, que refleja cruelmente la penuria de los que ejercieron la mayor responsabilidad: educar una mente infantil. Ya sé que ha llovido desde entonces, pero aún existe el lastre de que ser profesor no supone ninguna valía especial: criticamos sus 'excesivas' vacaciones y las 'pocas' horas que trabajan. ¿ Cómo vamos a comparar el esfuerzo de un docente con un médico o un abogado, por no hablar de los que pegan patadas a un balón? Hace tiempo, en el alumnado de Magisterio (hoy Grado de Educación) eran casi todas mujeres por considerarse unos estudios poco exigentes. Afortunadamente la situación ha cambiado. 

La espina dorsal de un país es la educación pública y universal porque todos los demás objetivos dependen de ella en mayor o menor grado. Y la calidad se consigue reclutando talento educativo y manteniéndolo con holgura salarial, formación permanente, recursos e incentivos. Pero los presupuestos son raquíticos y en algunas comunidades vergonzantes, lo que demuestra que muchos políticos tienen otras prioridades. 

Nada puede sustituir el valor de un profesorado cualificado, comprometido y motivado, por muchas Chat GPT que lancen al mercado. Porque tras tantas reformas educativas y avance tecnológico, la clave sigue siendo que un profesor nos contagie su entusiasmo por la materia que imparte y las ganas de aprender. Así que recuerden Uds. sus tiempos como alumnos para ver si le deben a alguien una carta como la de Camus. Si es así, enhorabuena.