Si llegan a buen fin las conversaciones que el Ayuntamiento y la Dirección Provincial de Educación llevan manteniendo desde hace varios meses, las viejas instalaciones de lo que fue el colegio Marceliano Santa María, ubicadas en la Barriada Inmaculada, podrían continuar en manos de la Junta y albergar un nuevo centro de Formación Profesional (FP). La propia alcaldesa, Cristina Ayala, y el responsable provincial de Educación, José Antonio Antón, ya han visitado de forma conjunta el complejo, que está compuesto por tres edificios y que se encuentra vacío desde el final del curso 2021-022, el último que estuvo operativo.
El conjunto se encuentra muy deteriorado no solo por su antigüedad y falta de mantenimiento de los últimos años sino porque lleva un tiempo siendo un espacio para el botellón y vandalizado de tal manera que se han tenido que reforzar las puertas de acceso a alguno de sus edificios.
Ayala no ve con malos ojos el nuevo uso que Antón prevé para estas instalaciones, de titularidad municipal y cuya devolución a la ciudad por parte de la Junta aún no se ha producido tras año y medio de no dársele ningún uso educativo. El PSOE lo ha solicitado en varias ocasiones e incluso avanzó en periodo electoral y por boca de su portavoz, Daniel de la Rosa, que iría a los tribunales para conseguirlo recordando que el único uso que se le puede dar es docente, ni siquiera podría usarse para formación del profesorado, como en algún momento se avanzó. En octubre los socialistas volvieron sobre el asunto en el Pleno exigiendo que la Junta restituyera el inmueble y se encontró con el voto en contra de PP y Vox.
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