El cámping Ciudad de Frías se prepara para recibir en los próximos meses a más de 40 familias desahuciadas del de Arenas de Ajo que ocuparon una zona protegida del litoral. El Ayuntamiento de Bareyo cortó en enero el suministro de luz y agua de la parte ilegal de las instalaciones en cumplimiento a la sentencia dictada en octubre por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. Sin posibilidad alguna de alargar su estancia, los afectados han transmitido al propietario, Raúl Urruchi, natural de Trespaderne, el interés por trasladar sus propiedades a la localidad burgalesa. Además de aceptar la propuesta, este protegerá los módulos hasta que acondicione los terrenos necesarios para colocarlos.
La nueva temporada quedará inaugurada a los grandes este viernes sin parcelas libres de las 62 preparadas en un espacio de 59.000 metros cuadrados, pero con un ambicioso proyecto pendiente de desarrollar «antes de verano», expone el empresario. La demanda de espacio por parte de estos campistas -y otros- provocará que las áreas destinadas a situar las casas prefabricadas se incrementen considerablemente, hasta el punto de duplicar la capacidad y superar las 120.
Durante el pasado año, las instalaciones ganaron más de una treintena de familias que fijaron su estancia en la ciudad en jornadas festivas y vacaciones procedentes de las de Bañares (La Rioja) e Isla (Cantabria). La mayoría de los viajeros acuden a su segunda residencia prácticamente todos los fines de semana, a excepción de los dos meses (de diciembre a febrero) que el recinto permanece clausurado por mantenimiento.
Duplicarán el número de solares destinados a colocar caravanas y bungalows
En el terreno previsto en el que Urruchi adaptará junto al que ya utilizan los usuarios tendrán cabida más módulos, caravanas de remolque y bungalows con terraza con vistas privilegiadas a la panorámica de la localidad y al río Ebro, y las dimensiones de la gran campa verde disponible para que los nuevos vecinos monten sus tiendas de campaña apenas sufrirán modificaciones.
Además de la zona de baño y el local de usos múltiples, «en breve» pondrán en marcha un parque infantil con columpios y el acceso de vehículos quedará controlado por una barrera automática. La ansiada construcción de una piscina pequeña tendrá que esperar, una vez más. El emprendedor empleará las mismas técnicas sostenibles para dar forma al nuevo espacio con el uso de estructuras elaboradas con materiales ecológicos y reducir así lo «máximo posible el impacto ambiental», y fuentes de energía renovable con idea de promover un «turismo más sostenible», como las placas solares que calientan el agua.
Bar y supermercado, en marcha. El cámping cerró la pasada campaña con una gran noticia: el bar y el pequeño supermercado abrieron de nuevos sus puertas después de una larga temporada sin funcionar. De la gestión se encargan varias personas que ofrecen un servicio de comidas y cenas a usuarios y visitantes, y un amplio listado de productos básicos a la venta. El local improvisado por los campistas que animó la vida social se sigue utilizando como espacio de juegos y reunión.