Todo estaba preparado para recibir en Burgos a la borrasca Herminia, tras activar la Agencia Estatal de Meteorología el nivel naranja por rachas de viento de hasta 100 kilómetros a la hora y, aunque las previsiones se cumplieron, finalmente sus consecuencias no fueron tan graves.
En el caso de la capital las rachas llegaron a alcanzar 80 kilómetros a la hora y los Bomberos tuvieron que realizar varias salidas para asegurar toldos o chimeneas o retirar ramas caídas. También el servicio de emergencias 112 recibió llamadas pero nada que ver con las registradas en otras ocasiones. De hecho, se recogieron 50 en todas las provincias de la región a lo largo del día.
Desde primera hora de la mañana los agentes de Bomberos y de la Policía Local fueron recorriendo las principales zonas arboladas como Fuentes Blancas, la Quinta o la zona del río Vena, para colocar carteles de alerta y pedir a la población que las evitara en la medida de los posible. También vigilaron que los comerciantes del mercadillo textil que los domingos se instala en las calles Eloy García de Quevedo y Francisco de Vitoria estuvieran recogidos antes de las 15 horas. Y el cementerio municipal de San José cerró por la tarde para evitar cualquier incidente a tener mucho arbolado. Algunos elementos del mobiliario urbano, sobre todo papeleras, sufrieron los efectos del viento, así como también el vallado de un evento deportivo que se celebró el circuito de Fuentes Blancas.
Donde más se percibió el efecto del viento fue en la provincia con rachas que llegaron a los 104 kilómetros por hora en Medina de Pomar y a los 99 en Briviesca. Según la red Meteoclimatic de estaciones de aficionados privados verificadas, Hornes, en el Valle de Mena, llegó a medir una ráfaga de 140 km/h y 116 km/h en Villasana.
La alerta se mantiene en la zona de la Demanda hasta la tarde de hoy y también en la meseta. Los vientos de componente sur y suroeste trajeron temperaturas altas para enero que superaron los 13 grados en Medina de Pomar y Aranda de Duero y que llegaron a los 16,7º en Miranda.
Sin embargo, esta semana se espera una importante bajada de las temperaturas con posibles chubascos de granizo o nieve el martes y el viernes, incluso en cotas bajas, lo que incluye a la capital de Burgos. Para el martes la Aemet ya tiene activado el aviso amarillo en la Sierra de la Demanda, donde se podrían acumular 10 centímetros de nieve por encima de 1.000-1.100 metros.