Hacía más de 20 años que no asomaba la cabeza por la élite inglesa. Realizó un desembolso millonario la temporada de su retorno y pugnó por evitar un regreso a los infiernos. Hubiera sido demasiado para una entidad que ha levantado más Copas de Europa que veces ha sido campeona de Inglaterra. Por eso, el Nottingham Forest despertó a tiempo en la 24/25 para, de la mano de Nuno Espirito Santo, renacer de sus cenizas cual ave fénix y optar a entrar en Europa una vez se ha colado en una lucha que apuntaba a implicar a muchos y para la que no estaba llamado.
Casi todas las quinielas colocaban a los 'Tricky Trees' en la pugna por el descenso en la presente campaña, pero su comienzo les ha proyectado a cotas y objetivos que parecían olvidados. La historia de la entidad deja claro que no es un club que se ande con medias tintas. Si asciende a la primera categoría es para dar guerra. Ya lo hizo a comienzos de los 80.
Nada más llegar a la Primera División inglesa, ganó laLiga. Ese éxito le dio el billete para la Copa de Europa, trofeo que levantó a la primera en Múnich. Aunque no reeditó su título doméstico, su condición de vigente ganador continental le permitió participar de nuevo en la máxima competición de clubes, la cual volvió a embolsarse para después, paulatinamente, firmar un descenso a los infiernos.
Llegó, venció y se fue. En estos momentos ya ha vuelto a aterrizar y está comenzando a ganar. Aunque parece complicado pensar en este Forest como en el de la década de los 80, toda vez que el fútbol moderno ha consolidado a las grandes potencias en los puestos punteros de los campeonatos, donde son casi inamovibles, la lógica también dictaba que deberían estar peleando con Ipswich, Everton, Southampton, Leicester y compañía por evitar el descenso. De hecho, el último ejemplo de una gesta parecida lo tienen en los propios 'foxes'.
Pero si acudimos a la base de la razón de este sorpresivo funcionamiento del bloque de Nuno, por encima de todo sobresale la solidez defensiva y un mercado acertado en esa parcela.
Murillo y Milenkovic, a pesar de la derrota ante el Newcastle, son una de las mejores parejas de centrales de la Premier, solo Konaté y Van Dijk (Liverpool) parten con opciones de superarles. El extraño tándem que hacen un brasileño y un serbio en Nottingham ha cuajado como la seda, otorgando una solidez inusitada al bloque que, a la vez, ha permitido a los dos laterales, Aina y Álex Moreno, coger vuelo y galones en el equipo.
A partir de ahí, en el centro del campo, Yates y Domínguez hacen de filtro para que lo que les llegue a los dos centrales ya haya sido debilitado por sus acciones defensivas, que no se discuten con un recorrido destacado a nivel ofensivo. Precisamente, en esa línea aparecen ya un Gibbs-White que es el jugador con más calidad, dos extremos como Elanga y Hudson-Odoi, que permiten al conjunto inglés contragolpear muy duro, y Wood, un delantero prototípico británico, habituado a la pierna dura y al juego tosco, pero que este curso está mostrándose letal de cara a puerta.
El 'trotamundos del área' ya ha marcado ocho goles, cifra con la que supera a cuatro de sus últimas cinco temporadas. Ese acierto entre palos y la capacidad que tiene para acumular marcas casa muy bien con un combinado que también tiene mucho fondo de armario en el banquillo, con hombres importantes como Anderson, Danilo, Jota Silva, Ramón Sosa o un Ward-Prowse que no está hallando su sitio dentro del once titular.