En este mundo tan complejo hasta las buenas obras necesitan un respaldo económico para realizar su cometido con garantías. También las acciones solidarias deben superar ciertos trámites que, en ocasiones, ralentizan al máximo los proyectos. Eso es lo que le ocurrió a las organizaciones África Camina y Amycos, junto a la empresa OÉOÉ Marketing, cuando en 2020 impulsaron el envío a Senegal de material asistencial y de movilidad.
Aquella iniciativa solidaria resultó un éxito. Tanto, que la respuesta recibida desbordó las previsiones y dejó a los responsables sin apenas margen de maniobra. Se recibieron donaciones suficientes para llenar dos contenedores de ayuda, pero la capacidad económica de los impulsores solo dio margen para enviar uno con los elementos más urgentes e indispensables, como era el material sanitario. La acción realizada llegó a buen puerto, con la promesa de llevar el segundo contenedor a su destino cuando fuera posible.
El tiempo pasó y las limitaciones obligaron a los responsables a priorizar el desarrollo de otros proyectos iniciados de forma paralela en el país africano a la espera de que se dieran las circunstancias idóneas para retomar este plan.
Las sillas de ruedas se acumulan en la nave a la espera de su envío a Senegal. - Foto: Alberto RodrigoUna reciente inspección de edificios municipales en busca de amianto sacó de nuevo a la luz los enseres acumulados en su momento en una nave de titularidad pública. Allí descansan decenas de sillas de ruedas y andadores utilizados en su día en residencias de la Diputación y de la Junta de Castilla y León, así como bicicletas ya retiradas del servicio municipal Bicibur que aguardan su momento para tener una segunda vida en Senegal.
Nacho Solana, responsable de OÉOÉ Marketing, asegura que lo ocurrido "fue una pena" y avanza que se están buscando soluciones para llevar la mercancía a su destino. De momento, sacarán el material de la nave en los próximos días. "La avalancha de solidaridad nos desbordó y, desgraciadamente, parte de lo recibido se quedó sin transportar. Mucha gente arrimó el hombro y vimos cómo mandar el segundo contenedor, pero en los tiempos del Covid el coste de estos envíos subió una barbaridad y se está trabajando para llevar el resto a Senegal lo antes posible", zanja.
La idea es hacer llegar estas sillas, andadores y bicicletas este año junto con más material. "Ayudaríamos a mucha gente con ello, pero tenemos unos recursos limitados y veremos de qué manera podemos hacerlo. ¿Que podíamos haberlo hecho antes? Puede ser, pero hay que tener en cuenta las necesidades sociales creadas después del Covid y decidimos centrarnos en aquellas labores que consideramos más urgentes", apunta Solana.
El destino de la mercancía serán los centros asistenciales y sociales de la comunidad de Keur Massar, municipio cercano a la capital senegalesa cuenta con una población de 700.000 habitantes. Las entidades burgalesas llevan a cabo diferentes proyectos de cooperación al desarrollo desde el año 2018, entre los que se incluyen el programa de impulso a la igualdad de género a través del deporte, la construcción de un centro de asistencia primaria y el equipamiento del centro de personas con discapacidad.
También crearon la Academia de Fútbol Femenino de Keur Massar en la que participan niñas para luchar contra el abandono escolar y ofrecerlas un futuro. Estas labores han centrado la atención de los organismos burgaleses, los cuales reactivarán el envío del material pendiente para dar oportunidades a personas mayores y con discapacidades y para ayudar a la población en los largos desplazamientos. "Hacemos muchas iniciativas con la ciudad de Keur Massar, ya sean formativas, deportivas, becas... el poco dinero que tenemos lo destinamos para ellos", explica Solana.