Con los pies calados terminaron en el ensayo de ayer y corrieron a proteger los escenarios para evitar que se estropeasen. Hoy los han destapado con un sol radiante y con pocas nubes en el horizonte, aunque el frío se siga colando por las rendijas de sus sandalias.
Poco a poco van llegando soldados, apóstoles, verónicas y plebe al polideportivo de Villalbilla de Burgos, localidad en la que a partir de las 20 horas comienza el Vía Crucis Viviente, una espectacular representación de la Pasión y Crucifixión de Cristo en la que se involucra todo el pueblo y que recorre varias localizaciones, acompañada por el público e iluminada con antorchas una vez que anochece, al ritmo de cornetas y tambores.