La demanda de alquiler en los pueblos de la comarca está muy por encima de la oferta. Esto supone uno de los mayores retos con el que se encuentran los alcaldes a la hora de luchar contra la despoblación. Muchas localidades llevan años en búsqueda de una alternativa para paliar esta situación y han encontrado en el alquiler público una solución para atraer familias.
«Es importantísimo poner viviendas en renta si queremos revertir la despoblación», advierte Alberto Iglesias, alcalde de La Vid. El edil asegura que en su caso tienen con una importante demanda debido a la necesidad de trabajadores por parte de los dos establecimientos hosteleros ubicados en el pueblo. De momento ya cuenta con dos casas alquiladas, otra que está a punto de salir al mercado y una última que está en plena reforma.
La Vid no supone el único ejemplo de municipios que se han puesto las pilas en este sentido. En los últimos meses el goteo de viviendas disponibles se ha mantenido continuo. La casa del maestro de Araúzo de Miel, las casas de las escuelas de Vadocondes y más recientemente, dos en Peñaranda de Duero y una en Tórtoles de Esgueva. Esta situación evidencia la apuesta que los alcaldes hacen por mantener la población.
En pueblos como La Vid o Peñaranda de Duero se incrementa en gran medida la demanda debido a la necesidad de trabajadores para las empresas allí implantadas. En el caso de esta última, la llegada del hotel Castilla Termal (que necesitará entre 70 y 80 empleados), sumada a las dos residencias ya en funcionamiento, preocupa en gran medida a su Ayuntamiento que ya ha reformados y sacado a licitación dos viviendas de alrededor de 70 metros cuadrados con tres dormitorios, aseo y baño.
«La demanda es muy alta», asevera Alicia Moral, alcaldesa de Adrada de Haza. Este municipio dispone de 5 viviendas que están alquiladas. También han apostado por esta solución Berlangas de Roa, Fuentecén, Fuentenebro, La Aguilera, Sotillo de la Ribera, Terradillos de Esgueva, Torregalindo, Villanueva de Gumiel y Zazuar, donde ahora mismo cuentan con un inmueble disponible. Seis rentados tiene Gumiel de Izán, que además ha puesto en marcha la rehabilitación de otras dos casas.
Para poder acometer reformas dependen de fondos ajenos y subvenciones
De la misma forma, hay varios pueblos de la comarca que tienen sobre la mesa proyectos de reforma para sacar al mercado nuevas viviendas. «Tenemos dos alquiladas y dos pendientes de adecentar para volverlas a poner en el mercado. Además, está previsto hacer dos más en el Ayuntamiento», explica Pedro Briongos, alcalde de Pinilla Trasmonte.
La puesta en marcha de nuevas viviendas depende, en la mayoría de los casos, de contar con una inyección de fondos que permita ejecutar la reforma de antiguos edificios. En este sentido el uso de programas como Rehabitare permite impulsar este tipo de proyectos. Milagros tiene previsto rehabilitar durante los próximos meses la antigua casa de los maestros para incluirla en el programa de alquiler social. «Está adosada a otra exactamente igual que ahora acoge la farmacia. Tiene 3 habitaciones y más de 150 metros cuadrados», aclara el alcalde de la localidad, Pedro Miguel, quien explica que, no supone el único inmueble público que se ofrece para alquiler.
En la espera para la obtención de fondos se encuentran otras localidades como Caleruega, Nava de Roa o Moradillo que esperan optar a las ayudas del programa Rehabitare para reformar viejos edificios y ampliar su oferta inmobiliaria en los próximos meses. «Estamos a la espera de poder rehabilitar una antigua casa para ofrecerla como alquiler social», cuenta Javier Arroyo, alcalde de Moradillo.
A pesar de tener como objetivo la puesta en marcha de proyectos de estas características, otros municipios los ven lejos. «Nos gustaría poder contar con alguna subvención para ofrecer vivienda, desde luego», afirma Alberto Rasero, alcalde de Villalba de Duero. María José Mato, primera edil de Fuentespina explica que en su caso el Ayuntamiento ha negociado con particulares para intentar adquirir alguna casa que se utilice para esta causa.