«Hubo tensión porque no sabíamos si el humo era tóxico»

F.L.D. / Burgos
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Los agentes del cuerpo municipal que actuaron aquel día tuvieron que cortar la circunvalación y desalojar a 400 personas

Cuatro de los agentes que colaboraron en el operativo dispuesto con motivo del incendio de Campofrío en Burgos. José Luis Esteban, sin uniforme al estar jubilado, fue el jefe de servicio. - Foto: Patricia

Antes incluso de que entrara el aviso por un incendio de palés, la Policía Local recibió otro por un accidente en la AP-1 por un camión que parecía que ardía. José Luis Esteban había terminado hacía escasos minutos de «cerrar bares». Cuando llegaron al lugar del supuesto siniestro, se encontraron un panorama completamente diferente. No era niebla lo que impedía ver más allá de un metro, sino un denso humo que venía del polígono. Supo entonces que aquel día iba a ser mucho más largo de lo que pensaba al recibir aquella llamada. 

Nada más percatarse de la magnitud del incendio de la fábrica de Campofrío, Esteban, que aquella madrugada estaba de jefe de servicio, avisó al entonces mayor operativo y actual intendente, Félix Ángel García, quien salió disparado hacia el lugar. A media mañana, se sumó el que ahora es subjefe del cuerpo municipal, Juan Romo. Entre todos organizaron un operativo con presencia de agentes en numerosos puntos.  Para empezar, en una circunvalación que el humo hizo desaparecer en apenas minutos. «Tuvimos que cortarla porque ya hubo un par de siniestros por baja visibilidad. También estuvimos en los accesos al polígono para facilitar la labor de los Bomberos», cuentan. 

Pero la labor de la Policía Local no se centró exclusivamente en la 'zona 0' del siniestro. En tiempo récord, y en vista de que la nube de humo se dirigía hacia los barrios periféricos, se acordó el desalojo de alrededor de 400 vecinos de Villafría, Cótar y la barriada de Moisés, cerca de la Aduana. «La mayoría se fueron con familiares, pero el Ayuntamiento habilitó el polideportivo José Luis Talamillo, donde fueron 150 vecinos. Hubo momentos de incertidumbre y tensión, porque no sabían si tendrían que pasar allí la noche», cuenta el entonces jefe de servicio. 

Esos momentos de desconcierto llegaron a su momento álgido cuando los equipos de emergencia no sabían a ciencia cierta si el humo que salía de la fábrica de la calle La Bureba era altamente tóxico. Y ya no sólo por cómo podía afectar a esas zonas de la ciudad, sino a los propios miembros de las fuerzas de seguridad. En prevención de que así fuera, José Luis Esteban acudió raudo al Centro Comercial El Mirador para solicitar a los miembros de seguridad unas mascarillas especiales. «Fueron claves. Nuestros compañeros estuvieron así más seguros. La verdad es que siempre les estuvimos muy agradecidos a estas personas», apostilla. Eso sí, entiende que si el fuego hubiera alcanzado el amoniaco «no sé si ahora mismo estaríamos hablando de esto». También hubiera complicado las cosas un cambio en el viento, pues muchos domicilios de Gamonal también tendrían que haber sido desalojados. 

Todas las unidades. Aquella mañana prácticamente todos los efectivos del cuerpo municipal estuvieron en la calle. De una manera u otra, todos participaron en un dispositivo que, según destaca el ahora intendente jefe, «fue muy duro pero muy bueno». Entre otras cosas, porque «se consiguió movilizar a muchísima gente en poco tiempo y hacer una labor de acompañamiento durante todo el día». Y es que a eso de las 7 de la tarde, cuando se confirmó que no había riesgo para la salud de las personas, los desplazados volvieron a sus respectivas casas.

Los que vivieron aquel triste episodio de la historia reciente de la ciudad recuerdan prácticamente todo lo que hicieron durante el operativo. Dónde fueron, con quién hablaron y lo que sintieron al llegar extasiados a sus casas. «Es una de esas cosas que se te queda en la retina para siempre», reconoce José Luis Esteban, quien también vivió otros dos importantes sucesos, como los dos atentados perpetrados por ETA, el de la casa cuartel y el de la Comisaría. «No sé si lo pondría exactamente a esos niveles, porque allí se vivieron momentos durísimos, pero también fue algo que causó un gran impacto en Burgos», concluye.