Qué mejor lugar para camuflar una plantación interior de marihuana que una nave agrícola. A pocos sorprendería que sus propietarios introdujeran sacos de abono, fertilizantes, etc, pues a fin de cuentas, aunque se trate de una droga, su modo de cultivo es similar al de otras plantas legales. Sin embargo, en este pabellón situado en Castrillo del Val se producían movimientos que en el mes de octubre del año pasado despertó las sospechas de la Guardia Civil. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial se ponía a la faena y entre el miércoles y ayer concluía una operación que ha culminado con dos detenidos en la capital y el desmantelamiento de un laboratorio clandestino.
El martes, varias dotaciones de la Benemérita, tras pedir orden judicial, se presentaron en la nave de Castrillo del Val y allí encontraron 500 plantas de la variedad cannabis sativa (marihuana) en distintos estados de maduración, así como las ‘madres’ para a producción de esquejes. Los cultivadores contaban con un equipo profesional muy completo para obtener el máximo rendimiento de la plantación. En total fueron decomisadas 20 lámparas, filtros de aireación, bombas de agua, filtros de aire y aparatos de aire acondicionado. Todo ello estaba dispuesto para el cultivo y preparación de la droga para su posterior distribución.
El suministro eléctrico llegaba a la nave agrícola mediante un ingenioso sistema -tomaban la energía de una red no contratada por ellos- que facilitaba una doble función a los detenidos: por una parte les permitía un mayor beneficio en sus ilícitas ganancias al no tener que hacer frente al pago de consumo eléctrico (muy elevado en este tipo de instalaciones) y, por otra parte, desviar la atención de cualquier investigación.
Tras la entrada y registro al pabellón agrícola de Castrillo, la Guardia Civil daba continuación a la operación ayer por la mañana en la capital con la detención de los responsables de la plantación, V.D.L. y A.S.E., que son presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
Los individuos no despertaban excesivas sospechas pues se da la circunstancia de que hacían una vida normal diariamente, pues tenían trabajo propio.
La operación comenzó en el mes de octubre del pasado año, cuando la Guardia Civil observó los primeros movimientos extraños en torno a la nave. Durante todo este tiempo la Policía Judicial ha llevado a cabo numerosos seguimientos y vigilancias discretas en una fase de investigación que ha durado nueve meses. Y es que la Benemérita quería sorprenderles cuando la nave estuviera funcionando a pleno rendimiento.
La Guardia Civil ha asestado varios golpes de importancia a los cultivadores ‘indoor’ de marihuana. Hay que recordar que la Unidad de Policía Judicial y los equipos de las diferentes compañías territoriales descubrieron en 2012 tres laboratorios clandestinos de cultivo de esta droga. Y en 2013 se iniciaron otras tres operaciones que culminaron con el desmantelamiento de ocho plantaciones de maría.