Diciembre es uno de los meses bellos por excelencia del año. Supone el final de un año y nos sirve para hacer balance de lo ocurrido en estos 12 meses.
Además de contar con tantísimos días festivos, la mayoría de ellos son de índole religiosa cristiana porque, aunque nuestro país es aconfesional y laico, la gran parte de nuestras festividades siguen teniendo un origen o una base religiosa.
Sin duda nos esperan unos días llenos de emociones y celebraciones con nuestros seres queridos, amigos… pero no siempre esta época de luces, decoración y buenos deseos está adaptada a todos.
Existen personas que no tienen ese 'espíritu navideño' en un punto tan álgido y, por lo tanto, también tienen que ser respetadas.
No olvidemos a todas aquellas personas que se encuentran enfermas u hospitalizadas y que, por tanto, no podrán celebrar y reunirse como en años anteriores.
Respecto al balance anual del 2024, podemos encontrarnos con obras, obras y más obras, que esperemos lleguen a su fin en los próximos meses; con actuaciones políticas de patio de colegio, con arrogancia, con un sentimiento de no unidad, con actuaciones de negativa permanente ante cualquier sugerencia de otro partido político, de críticas personales, de resentimiento… vamos, un panorama digno de las mejores series de los años 80 y 90.
Pero no todo es política, en el aspecto social, cultural, deportivo parece que se avanza positivamente (aunque siempre se necesitan más ayudas, más recursos y más concienciación), más respeto (condición que parece que falta en muchos aspectos, intentando imponer la propia opinión unido a actuaciones poco legales y transparentes), más actividades para todos los colectivos…
Diciembre siempre será un mes nostálgico y vivaz a la vez, con tantísimos cumpleaños de personas importantes para mí, que nos ayuda más a valorar todo aquello que hemos conseguido en este año.
Feliz Navidad y espero que nos sigamos leyendo en 2025.