Rafael Frühbeck en otra dimensión

I.L.H. / Burgos
-

En el undécimo aniversario de su muerte, la OSBu recupera este domingo la orquestación «de referencia» que el director hizo de la 'Suite española', de Isaac Albéniz, «una obra que colorea muy bien todas las ideas del compositor»

El músico burgalés Rafael Frühbeck falleció en 2014. - Foto: Alberto Rodrigo

En junio hará once años de la muerte de Rafael Frühbeck de Burgos, la batuta española más internacional y uno de los mejores directores de orquesta. Pero además de liderar conciertos, grabar discos y ser el maestro de decenas de músicos, Frühbeck hizo también orquestaciones de obras como la Suite española, de Isaac Albéniz. La Orquesta Sinfónica de Burgos, bajo la dirección de Salvador Vázquez, ha escogido esta pieza para recordarle en su décimo aniversario (lo cumplió dentro de esta temporada 2024-2025) y rendirle un homenaje este domingo en el auditorio que lleva su nombre (a las 19:30 horas).

Albéniz compuso las ocho piezas para piano de la Suite española entre 1882 y 1889. Y Frühbeck las orquestó en los años 60 del siglo XX. «El gran valor de las orquestaciones a partir del piano reside en que la obra resultante no entre en conflicto en ningún momento con el original, no sólo en el sentido de que alguno de los timbres llame demasiado la atención, es decir, que chirríe o quede fuera de estilo, sino también en que la interpretación con orquesta, a pesar de tener su propia personalidad, conserve las intenciones que tenía al piano: que siga siendo la misma obra y, sobre todo, del mismo compositor», detalla Enrique García Revilla, miembro de la OSBu. Frühbeck lo consiguió con nota, a juicio de los expertos del mundo de la música.    

«La orquestación de Frühbeck pone a la Suite española de Albéniz en otra dimensión», asegura Salvador Vázquez, que fue quien escogió la pieza para el concierto de este domingo. «Yo también soy pianista y la he usado, naturalmente. Pero cuando conocí la orquestación cambió mi modo de ver la interpretación de la propia Suite en el piano, porque lo que consiguió Frühbeck es colorear muy bien todas las ideas que Albéniz puso en la partitura a través del color de la orquesta». 

El actual director de la Orquesta Sinfónica de Córdoba va más allá y la considera una «orquestación de referencia», aunque no se programe con demasiada asiduidad. «Hay varias orquestaciones, algunas para orquestas más pequeñas que es la que se suele hacer.Pero en general no se programa la música española tanto como nos gustaría», se lamenta.

A pesar de que no coincidió con el músico burgalés, Vázquez recuerda los vastos conocimientos del director: «Era un maestro enorme, con una memoria prodigiosa y una capacidad de estudio gigantesca. Por eso de él hay millones de anécdotas sobre el conocimiento portentoso que tenía de las partituras, algo que va ligado directamente a un conocimiento general que incluye naturalmente el de las orquestaciones». La primera que le viene a la cabeza es la de un músico «que fue a decirle que tenía un problema con una llave de su instrumento, y Frühbeck le contestó que no se preocupara porque en ese movimiento no tocaba esa nota. Es increíble tener en la cabeza todas las notas de cada instrumento». 

La otra mitad del concierto de abono de la temporada de la OSBu es la Sinfonía nº2 del compositor finlandés Sibelius. La creó entre 1902 y 1903 y «se dice que es un símbolo de la lucha por la independencia, aunque no confirmó una intención política». Aun así, según Vázquez, es una sinfonía que «refleja una identidad». «Dicen que uno puede cerrar los ojos y ver el paisaje finlandés. Hay que trabajar muy bien el primero, el segundo y el tercer movimiento para que cuando llegue al cuarto esa explosión, ese himno tan maravilloso que hay al final, esa ansia de libertad, cobre mucho más sentido».