La cuenta atrás para que la maquinaria regrese al vial de Ircio ya ha comenzado. La gestora del polígono industrial, ADE Parques Tecnológicos, ha recibido un total de veinte ofertas de empresas interesadas en terminar los 260 metros lineales que desde el año 2010 impiden al polígono ‘engancharse’ a su puerta de entrada natural: la carretera de Logroño, frenando su desarrollo y disuadiendo a varios promotores que en su día se interesaron por ubicar allí su negocio. De hecho, actualmente solo una empresa, Stinser, desarrolla su actividad en esta zona industrial de más de 2 millones de metros cuadrados.
Las obras salieron a licitación el 15 de noviembre y fue el pasado 8 de enero cuando acabó el plazo de recepción de ofertas. A partir de ahora se abre otro proceso, esta vez en los despachos, en el que los técnicos estudiarán toda la documentación aportada por las firmas constructoras. Eso ocurrirá a partir de este viernes, cuando se conocerán las ofertas, las estudiarán y valorarán. Uno de los criterios que se tendrán en cuenta a la hora de adjudicar es la oferta económica. Los trabajos salieron a licitación por 2,2 millones de euros más IVA, una cantidad que las empresas aspirantes habrán tratado de reducir para hacerse con el contrato. Por proyectos recientes, la experiencia dice que las bajas pueden oscilar en torno al 30 o 40%, especialmente en esta época de crisis en la que el trabajo en la construcción escasea. La rebaja, siempre y cuando acredite con números la correcta ejecución de la obra, puede llegar a suponer un importante ahorro para la Junta.
ocho meses de plazo. Es previsible que los técnicos también valoren el plazo de ejecución de la obra, fijado en ocho meses, algo más de lo que se esperaba. La escasa complejidad de los trabajos podrían reducir también este calendario, en base al cual se calcula que la obra podría estar terminada para otoño.
El proyecto incluye la conclusión de 260 metros de carretera. Los primeros 126 no entran en contacto con el yacimiento de Arce Mirapérez, que motivó la paralización de los trabajos. Para terminar el resto del vial y salvar los yacimientos se construirá un paso elevado de ocho metros de altura, separando las dos calzadas. Una obra que se completará con una pasarela peatonal longitudinal que darán la posibilidad de visitar los restos arqueológicos.