Tres de los cuatro sindicatos sentados en la mesa negociadora del expediente de regulación temporal de empleo anunciado por Bridgestone, con UGT y CCOO a la cabeza, acordaron apoyar la paralización de la actividad de la planta de Burgos durante 31 días, desde finales de noviembre y diciembre. Una medida que, tal y como comunicó el fabricante de neumáticos, obedece a la situación comercial que atraviesa el mercado al crecer la importación y las ventas en Europa de producto fabricado en China y por la crisis de la industria de la automoción alemana.
Uno de los sindicatos firmantes, UGT, recordó a la empresa que el acuerdo dota a los trabajadores de una serie de herramientas, como por ejemplo la comisión de seguimiento del ERTE. En este sentido, señalaron su intención de mejorar su utilidad para poder «solucionar los problemas como pueden ser las jubilaciones parciales, el disfrute de días adicionales, personal que haya agotado la prestación por desempleo o esté a punto de hacerlo, la evolución de la situación de la compañía y analizar la aplicación del expediente».
Desde UGT entienden que la situación que rodea a la empresa y al sector en general «no es la mejor», por eso subrayan que la firma del acuerdo, al que se sumaron otros dos sindicatos más, uno de ellos Comisiones Obreras, se produce en un marco de «responsabilidad» (...).
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