Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Por las risas

13/10/2023

El personal necesita reírse, está claro. Lo demuestra el hecho de que actores cómicos y monologuistas agotan entradas en tiempo récord y doblan sesiones para atender a un público ávido de un buen rato de desconexión. El sentido del humor es un buen salvavidas en general y un buen recurso en momentos de crispación como el de ahora -¿solo ahora?-, en el que todos parecemos obligados a tomar partido por casi cualquier cosa que ocurre, sea en el mundo o en el barrio, blanco o negro, sin poder pararnos en la escala de grises. Y vaya si hay grises, pero a ver quién para y escucha. Circula por ahí una cita de Emil Cioran en la que califica la risa como la gran excusa de la vida, y a eso nos agarramos muchos. 

Si se pudiera recetar, yo lo haría, entre otros, a quienes estos días parecen estar tan enfadados que se olvidan de los símbolos que dicen adorar para dedicarse a embarrar el ambiente y la convivencia con gritos, bulos y grandilocuencia. A quienes dicen amar por encima de todo la bandera, el Ejército, al rey y la patria y deciden, el día de la Fiesta Nacional, salir a la calle a reventar la más institucional de las celebraciones, la que en teoría más tendrían que respetar, silbando a un Gobierno puesto ahí por las urnas y chillando a modo de consigna el nombre de un etarra asesino a pesar de saber, como saben, que muchas de sus víctimas lo consideran una ofensa. 

Los medios daban por hecho antes del desfile que esto ocurriría, pero seguro que no contaban con que las risas se abren paso entre los malos rollos y ayer por la tarde ya había más chistes en las redes sobre la princesa Leonor y sus sonrisas cómplices con un compañero de academia militar durante el tradicional besamanos, que referencias a quienes se envuelven en la bandera para insultar a los que no piensan como ellos. Ya lo decía Manuel Alejandro, que hay mucho más amor que odio. Y yo diría que risas también.