El ejército nordista encerró en este campo de concentración a Tuco y a El Rubio. Allí, en Betterville, fueron testigos de lo peor de la guerra, las torturas y las ejecuciones. También protagonizaron en él una de las secuencias más emblemáticas y multitudinarias de El bueno, el feo, y el malo, rodada en un altollano, a 800 metros del casco urbano de Carazo, y que desde entonces ha adoptado otro nombre, el Cerro de la Película, que es como lo llaman los lugareños.
Entre huesos de animales, lo único que queda ahora sobre el terreno de lo que aparece como una prisión abarrotada en la pantalla son fosos excavados, restos de chimeneas de ladrillo de las cabañas exteriores y dos pequeñas zapatas de hormigón con dos anclajes que sustentaban un pequeño puente colgante de acceso. Todo ello forma parte del pasado. El futuro mira hacia la construcción de un nuevo Betterville, lo que supondrá la recuperación de una nueva localización de una de las películas más emblemáticas del oeste y que afianzará a esta comarca como destino turístico de cine.
Este es el ambicioso proyecto en el que está inmersa la Asociación Cultural Sad Hill, que gracias a una ayuda de 50.000 euros del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla levantará este emplazamiento, años después de haber devuelto a la vida a Sad Hill. «Entre los objetivos de la asociación siempre ha estado el de poder recuperar los escenarios burgaleses de la película», asegura Sergio García, que fotografía en mano muestra cómo era este campo de concentración que van a reconstruir fielmente, siguiendo la documentación que poseen.
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