Para que unos dientes sanos dejen de ser un lujo

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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José Manuel Díaz López-Dóriga, alma de Odontología Solidaria, inicia su viaje número 26 a Guatemala con material y formación para colegios de una zona muy empobrecida y se acompaña de la enfermera Ana Díaz, que impartirá educación para la salud

La enfermera Ana Díaz y el dentista José Manuel Díaz López-Dóriga, en la sede de Odontología Solidaria en Burgos poco antes de partir a Guatemala. - Foto: Valdivielso

Se llama Santa María Ixhuatán y es un municipio de apenas un centenar de kilómetros cuadrados en el sur de Guatemala compuesto por aldeas y caseríos al que vuelve por vigesimosexta ocasión el dentista burgalés José Manuel Díaz López-Dóriga con la intención de llevar material y dar formación en salud dental a los niños que acuden a las aulas del colegio que tienen allí las Dominicas de la Presentación. En esta ocasión va acompañado por la enfermera Ana Díaz, para quien se trata de una primera experiencia de cooperación y que realizará allí labores propias de su profesión y sobre todo educación para la salud. Díaz López-Dóriga es el alma máter de Odontología Solidaria, la entidad no gubernamental que, con el impulso del Colegio de Dentistas de Burgos, hace posible que las personas sin recursos puedan acceder a una atención bucodental. 

La sede de esta ONG se encuentra desde 2019 en una parte del Hospital San Juan de Dios, a la que se accede por el Paseo de los Cubos, y allí atiende a quienes acreditan mediante los profesionales del Trabajo Social que no disponen de los medios necesarios para arreglarse la boca, algo que resulta fundamental no solo para la propia autoestima sino, como explica el dentista, «para mejorar sus posibilidades de integración laboral, para que tengan menos problemas para encontrar un trabajo». Desde su puesta en marcha han atendido a 1.300 personas a las que hacen limpiezas, empastes o colocan dentaduras de quita y pon. La media de edad está entre los 35 y los 40 años y en su mayoría, explica, son personas migrantes. Cuentan con un profesional a media jornada y con varios voluntarios.

José Manuel Díaz López-Dóriga, ya en su merecida y activa jubilación, ha ampliado estos servicios al Centro Penitenciario de Burgos, adonde acude desde hace año  y medio a pasar consulta y colocar prótesis removible a algunos internos y en algunos casos, derivarlos a la clínica solidaria, por lo que se ocupa, tanto de un lado como del otro del océano, de aquellas personas que no pueden acceder por cuestiones económicas al cuidado dental, que puede llegar a considerarse un lujo. 

José Manuel Díaz López-Dóriga (i.), dando una charla sobre salud bucodental en un aula. José Manuel Díaz López-Dóriga (i.), dando una charla sobre salud bucodental en un aula. - Foto: Foto cedidas por José Manuel Díaz

El pasado día 15 y junto a Ana Díaz inició el viaje a Santa María Ixhuatán con el objetivo de revisar la dentadura de los niños escolarizados por las religiosas y darles charlas de educación para la salud y cuidados básicos. Asimismo recorrerán todas las aldeas de la zona con la misma dinámica y aportarán las donaciones privadas que han recogido para poder ayudar a los chavales con becas para sus estudios.

Santa María Ixhuatán es una zona montañosa, revela el dentista, de muy difícil acceso y complicada comunicación, al punto de que no existen siquiera carreteras de asfalto. «Hay muchas necesidades y tienen una sanidad muy precaria; se podría decir que malviven: no hay luz en las escuelas, los profesores tienen que realizar desplazamientos de varias horas para ir a dar clase y muchas veces se encuentran con niños desnutridos». En este contexto de pobreza, José Manuel Díaz López-Dóriga, que como ya se ha dicho lleva yendo al país más de 25 años, calcula que habrá repartido más de 40.000 cepillos de dientes y pasta dentífrica que han asegurado, al menos, la higiene de la zona del cuerpo tan delicada y cuyo descuido puede acarrear problemas de salud.