Las precipitaciones de las últimas semanas han permitido alcanzar el nivel necesario para la primera fase de llenado de Castrovido, con un volumen almacenado de 4 hectómetros cúbicos, lo que representa, en el embalse principal, aproximadamente el 11 por ciento de la capacidad total. Un primer escalón, dentro del programa de puesta en carga iniciado en el mes de junio, que se está desarrollando con normalidad, cumpliendo las condiciones de seguridad más exigentes, han informado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

Aunque la puesta en carga de esta infraestructura se encuentra en su etapa inicial, el embalse de Castrovido ya ha contribuido a mitigar daños de algunas crecidas y ha protegido a las poblaciones ubicadas aguas abajo de la cuenca del Arlanza, ha explicado el organismo de cuenca. La presa asegura, además, el mantenimiento de un adecuado caudal ecológico y garantizará los diferentes usos destinados al riego y al abastecimiento demandado.

El embalse de cola se ha llenado al cien por cien, lo que supone unos tres hectómetros cúbicos, con lo que ha alcanzado la cota del aliviadero, por lo que todos los desagües de fondo se han cerrado.

Castrovido alcanza el nivel de su primera fase de llenado

Las próximas fases de llenado del embalse principal, definidas en el programa de puesta en carga de forma precisa, se irán alcanzando en función de la evolución del comportamiento de la estructura, así como de las aportaciones naturales al embalse, dentro de unas condiciones de seguridad óptimas que permitan su explotación futura.

El embalse de Castrovido se sitúa en el río Arlanza, afluente del río Duero por su margen derecha. La superficie de cuenca vertiente en la que se ubica la presa es de 336 kilómetros cuadrados y su aportación media es de 146 hectómetros cúbicos al año, la capacidad del embalse autorizada de 44,12 hectómetros cúbicos y el caudal medio del río hasta el embalse principal de 5 metros cúbicos por segundo.