Soñó con volar y se hizo un museo

A.C. / Espinosa de los Monteros
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La trastienda del bar de Juan José Angulo, quien se define como un «aerotrastornado», ofrece la oportunidad de conocer el mundo de la aviación militar en la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros

Juan José Angulo, preparado para ‘surcar’ los cielos de las Merindades en un CASA C-11, el avión de la Patrulla Águila. - Foto: A.C.

Juan José Angulo Llarena veía sobrevolar de niño los cazas que rasgaban el cielo de Espinosa de los Monteros a velocidades de vértigo. Los miraba y soñaba con volar. Muchos de sus pilotos eran padres de los chavales que cada verano disfrutaban de campamentos en Monte Edilla. De aquella fascinación por los aviones del Ejército que veía de niño nació un interés por la aviación militar, en particular, y por el ejército, en general, que se ha transformado en un pequeño museo con más de un centenar de reproducciones de aeronaves militares de diferentes países y modelos, otros tantos parches de uniformes, gorras, libros de aviación, fotografías y todo tipo de curiosidades y recuerdos.

En la trastienda de su bar, 'Donde Juanjo', en muy pocos metros cuadrados se acumulan todos los tesoros de una colección que lleva décadas ampliando. No recordaba cuánto material guardaba en cajas en casa hasta que en 2021 empezó a desempolvar recuerdos. Pero aún le quedan muchos por sacar, como una colección de aviones de la IIGuerra Mundial, que aún no ha colocado. Nada más entrar en el negocio de Angulo hay pistas de lo que esconde al fondo. Una imagen inmensa de la Patrulla Águila lanzando estelas de colores decora todo el techo y en las paredes se repiten las imágenes del hostelero con numerosos militares, muchos de la Aviación. En la televisión es fácil que se pueda ver una exhibición de acrobacias en el aire antes que cualquier otro programa.

Juanjo, que se define como un 'aerotrastornado', tiene debilidad por la Patrulla Águila, a la que dedica una pequeña parte del museo. En ella muestra reproducciones de los CASA C-101 que han utilizado durante 40 años los integrantes de esta  patrulla, ahora solo acrobática y antes también dedicada a la  instrucción de pilotos desde la Academia General del Aire (AGA) en San Javier, (Murcia). En su pequeña exposición no falta el mono de vuelo original de un Águila, un regalo del comandante Juan Carlos Márquez. A su lado, también se puede ver otro mono de vuelo, pero de un escuadrón de reconocimiento ya desaparecido. Era del coronel Miguel Ángel Esteban de Lama, quien tras volar con un F-4 Phantom estrechó lazos con Angulo cuando dirigió el Escuadrón de Vigilancia Aérea, EVA 12, que se asoma en lo alto de Lunada.

Un visitante observa parte de la multitud de reproducciones y objetos del Ejército y, especialmente, de aviación que conserva Juan José Angulo en su bar de Espinosa de los Monteros. Un visitante observa parte de la multitud de reproducciones y objetos del Ejército y, especialmente, de aviación que conserva Juan José Angulo en su bar de Espinosa de los Monteros. - Foto: A.C.

Persigue traer a la villa un avión que el Ejército ya concedió al Ayuntamiento


De la Patrulla Águila tiene incluso tallado en piedra su escudo, además de innumerables fotografías con sus integrantes que crecen cada año desde que en 2016 se convirtió en el secretario del Club de la Patrulla Águila, único en España. Al dejar en 2015 su puesto de concejal y antes teniente alcalde en el Ayuntamiento de Espinosa recuperó mucho del poco tiempo libre que le deja la hostelería y se volcó en su afición insaciable por ver y aprender de aviones. Los próximos 14 y 15 de junio se celebrará el 40 aniversario de la Patrulla y estará en primera fila disfrutando de sus vuelos.

Un CASA c-101 para el pueblo. Pero Angulo también desea que los vecinos de Espinosa puedan ver de cerca uno de sus aviones. Por ello, la pasada legislatura convenció al ya exalcalde, Raúl Linares, para solicitar al Ejército del Aire un CASA C-101, que se le concedió en apenas un mes. Ahora, con el nuevo regidor, Paul Sánchez, el compromiso del Consistorio de hacerse cargo del vaciado de la aeronave, el transporte y su mantenimiento, no se ha hecho  efectivo. El coleccionista calcula que el traslado y adecuación inicial podrían hacerse por unos 30.000 euros y trata de convencer, de momento, sin éxito, al grupo de gobierno. Se muestra convencido de que atraería a muchos 'aerotrastornados', como él, deseosos de fotografiarse con la máquina de fabricación española. La entrada al polígono industrial es uno de los lugares que se le ocurren para mostrar el aparato que pediría pintar con el rojo característico de la Patrulla Águila.

En primer plano los dos monos de vuelo que expone y seguidos uniformes del Ejército del Aire y de la Guardia Real.
En primer plano los dos monos de vuelo que expone y seguidos uniformes del Ejército del Aire y de la Guardia Real. - Foto: A.C.

Pero en su museo no todo son aviones. Angulo, que no duda en explicar a los visitantes de su museo todo aquello en lo que deseen profundizar, reserva un rincón para los Monteros de Espinosa, la compañía de la Guardia Real, a la que está muy unido desde que comenzó a colaborar a principios de los 90 para que se retomara la relación oficial con la villa que dio origen a la guardia de cámara del Rey. Un uniforme de gala de la Guardia Real no podía faltar en la colección, que crece sin parar con los regalos que los propios monteros le hacen además de otros militares.