La R que usan como logotipo, a imagen y semejanza de la marca de los maestros canteros, se encuentra labrada sobre una de las piedras que se han salvado gracias a su intervención in extremis, cuando el único ojo del majestuoso puente que unió las orillas burgalesa y palentina del río Pisuerga estaba a punto de desaparecer. Una segunda R se sumará al Proyecto Royales este verano, con la extensión de su trabajo arqueológico y divulgativo a la localidad de Rezmondo.

Fue allí donde hacia 940 el conde Fernán González mandó reconstruir un pequeño monasterio que supuestamente habían quemado los moros, aunque no está documentada ninguna aceifa (incursión musulmana) en esa zona. Estaba al mando el abad Recimundo, según cita Berganza en sus Antigüedades de España de 1719-1721, aunque en el año 968 el conde nombra como abad a Galindo, a quien tan solo un año después, en 969 (así lo indica el Becerro Gótico de Cardeña), Félix Gutiérrez y su esposa donan su monasterio de Santa Columba de Zarzosa de Riopisuerga, detalla Alejandro Ramos, codirector del Proyecto Royales.

Ya en 1042 aparece como abad Recimundo, el segundo con este nombre. De este o de su antecesor se deriva el topónimo de este pequeño municipio de la comarca de Odra-Pisuerga, en el que Ramos ve un «tremendo valor patrimonial y turístico», del que quiere concienciar a sus vecinos. Están citados mañana sábado, a las 18 horas, en el Ayuntamiento para conocer la historia y el plan de actuaciones con el que empezarán a rescatar la memoria de este convento de Santa María de Rezmondo, que en el siglo XI pasó a ser un priorato del poderoso San Pedro de Cardeña, al que permaneció ligado hasta la desamortización de Mendizábal (siglo XIX).

Alejandro Ramos, en el puente Royales. - Foto: Jesús Javier Matías

Del monasterio, que posiblemente no llegó a albergar más de una decena de monjes, se conserva toda la cerca, solo rota por la carretera de Valtierra a Rioparaíso.  Los directores del Proyecto Royales pretenden trabajar durante una semana con estudiantes procedentes de diversas universidades y realizar una serie de catas para tratar de establecer la cronología constructiva y saber si hubo otras iglesias anteriores a la actual.Comenzarán por la zona del ábside, donde posiblemente puedan aparecer enterramientos. Mientras, en el puente de San Pedro Royales este será un año de consolidación, en el que terminarán de  liberar la vanguardia.

Ramos se muestra ilusionado con las perspectivas que ofrece Santa María de Rezmondo. «Fernán González estuvo allí. Lo sabemos porque firmó un documento»; todo lo contrario que les ocurre con el puente Royales, del que carecen de pistas escritas en origen.