A los títulos de Caput Castellae, Camera Regia y Prima voce et fide, la capital burgalesa podría sumar el de 'ciudad de los proyectos', en la que lo provisional termina siendo lo definitivo, o casi. Dejo de lado las innumerables iniciativas que se barajan desde hace años para inmuebles municipales en desuso, como el edificio de Relaciones Laborales o el antiguo Asador de Aranda, para centrarme en otros asuntos pendientes, como el de las barracas, medalla de oro a la provisionalidad.
El recinto multifuncional, ExpoBurgos, en Villalonquéjar, se ha anunciado como la solución definitiva al problema que arrastramos desde hace más de un siglo para encontrar un lugar donde ubicar el real de la feria, tras años de emplazamientos «temporales» en la Quinta, la Milanera, el polígono docente o Villatoro. Habrá que verlo.
Como lo del proyecto del nuevo Mercado Norte, que lleva 5 años pasando por las manos de tres gobiernos municipales distintos. Ahora se avecina el traslado provisional de este mercado, que, al parecer, comenzará a funcionar en los primeros meses del próximo año en la plaza de España, a la espera de que se construya uno nuevo sobre el solar que dejará libre el actual inmueble, que lleva funcionando desde 1966. Un edificio, ahora en el corredor de la muerte, que empezará a ser demolido a lo largo de 2024 si se cumplen las previsiones.
Me atrevo a aventurar que el mercado provisional será el mercado definitivo durante un buen puñado de años (¿cuántos?), hasta que algún día el nuevo sea una realidad. Allá por diciembre de 2018, tras un concurso de ideas, fue elegido un ambicioso proyecto de dos estudios de arquitectura titulado 'Plaza cubierta', que incluía la remodelación urbanística del entorno.
Sin entrar en las controversias políticas y en los procesos administrativos abiertos sobre este proyecto, estudios de viabilidad incluidos, cabe recordar que ahora se habla de una inversión de casi 30 millones de euros sobre los 17 contemplados inicialmente, que obligarán a elaborar nuevos estudios económicos y a replantear muchos aspectos del trabajo elegido, lo que deja en el aire cualquier fecha sobre la colocación de la primera piedra.
En cualquier caso, habrá mercado provisional mucho más allá de los casi tres años (16 meses más de lo que estaba previsto) que estuvieron funcionando las instalaciones provisionales de Barrio Gimeno mientras se construía el nuevo Mercado Sur de la calle de Miranda, de cuya inauguración este mes se van a cumplir 15 años.