La Carretera de los Sueños se ha convertido en una pesadilla. Cada vez con más tráfico, el asfalto de la N-623 está tan machacado en las rectas del entorno de Masa que algunos de los usuarios habituales simulan un adelantamiento para circular por el carril contrario allí donde saben que hay un bache. La travesía de Quintanilla Escalada tampoco resistirá mucho, aunque por las señales parezca nueva. Han pintado sin tan siquiera parchear.«La carretera lleva 40 años abandonada, esto es inadmisible, de juzgado de guardia», se quedan su alcalde pedáneo, José Enrique Díez, y Germán de Diego, concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valle de Sedano.
Lo cuentan mientras caminan por un punto negro de la Nacional 623, el puente que cruza el Ebro en Quintanilla y con el que cada vez tienen más problemas. «Dos coches pasan mal. Pedimos que lo ensanchen y que puedan cruzarse un coche y un camión, y también peatones», porque ahora está peligroso y asegura De Diego que la pasarela que construyó la Fundación de Patrimonio Natural no la usa nadie por la noche porque no está iluminada. Ya estaban justos con los 6 metros de anchura de los que disponía, pero al colocarse unas barreras protectoras quedó aún más estrecho.
La reclamación espera desde hace décadas y en el Ministerio saben de la necesidad. En enero de 2008 la UTE Proes-Incosa realizó para Fomento una inspección y toma de muestras al objeto de redactar el proyecto de reparación de la infraestructura, que no se encargó hasta 2015.
Con el documento en la mano, se descartó la actuación por su elevado coste y porque la estrechez de paso obligaría al corte total de la carretera. En 2018, el Ministerio confirmaba que había decidido «retomar una antigua solución en la que estaba prevista la construcción de una variante», con unos 800 metros de longitud y un nuevo paso sobre el Ebro.
Nada han vuelto a saber. «Esto se ha quedado paralizado y cada vez estamos peor. La carretera nacional es prioritaria para nosotros», recalca De Diego. Y también para la promoción turística. En 2018, mientras Fomento tramitaba supuestamente la redacción del proyecto, la Diputación de Burgos grababa un vídeo con Cristina Gutiérrez de protagonista para 'vender' la belleza de la ruta que va a Santander, y por la que miles de personas llegan a Orbaneja del Castillo.
Pero sin inversiones, sus vecinos no ven ninguna ventaja en ganar tráfico (la intensidad media diaria a 20 kilómetros de allí llega a los 1.900 vehículos). Y añaden el complicado acceso a Quintanilla Escalada, que tras la construcción de la Casa del Parque Natural(sin inaugurar) está destrozado. «Se solucionaría con una rotonda», opinan, aunque la ejecución tampoco sería sencilla. La última reclamación enviada a Fomento tiene que ver con el «hundimiento de los arcenes de la travesía, sobre todo en el margen izquierdo», que provoca problemas en el saneamiento y les hace temer por la estabilidad de las viviendas.
De Diego extiende las quejas sobre la N-623 más allá, a las entradas de Pesquera y Orbaneja, y la de la parte alta de Sedano que no tiene isleta para girar a la izquierda, además del puente del acceso inferior sobre el Rudrón, con piedras caídas y bacheado.