La presión inmobiliaria eleva la venta de pisos 'con bicho'

D. ALMENDRES / Burgos
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Las operaciones de compraventa de viviendas con inquilinos se incrementa en los principales núcleos de población de la provincia de Burgos y despiertan interés como alternativa a la falta de oferta en el mercado

La presión inmobiliaria eleva la venta de pisos ‘con bicho' - Foto: LUIS LÓPEZ ARAICO

La compleja coyuntura actual del mercado inmobiliario, con poca oferta y con los precios en constante progresión alcista, abre la puerta a explorar otras alternativas para adquirir viviendas con un coste más reducido. Son opciones residuales en las cifras y en las estadísticas globales de compraventa que, sin embargo, emergen con fuerza en los grandes núcleos de población del país.

Es el caso de las subastas públicas o de la venta de pisos con inquilino. Esta última opción representa una oportunidad para inversores con la mirada a largo plazo o para fondos especializados que en sus políticas comerciales también intentan hacerse un hueco en el mercado burgalés. 

Actualmente, en los diferentes portales inmobiliarios se acumulan 40 ofertas de viviendas con inquilino disponibles en la provincia. Una tendencia que, advierten los expertos del sector, tendrá un recorrido menor en Burgos que en las grandes ciudades españolas. Ya sea por una cuestión de oferta, de precios o por una circunstancia cultural. «Aquí somos mucho más conservadores y este tipo de operaciones no dejarán de ser residuales», advierte Bernardino Carrillo, de Inmobiliaria Centro.

La venta de pisos con inquilino  afecta a varios perfiles existentes en el mercado. Un particular puede optar por sacar al mercado un inmueble okupado a un precio más reducido con el fin de quitarse el problema de encima, aunque los casos más habituales se refieren a la venta de una vivienda en la que habita un inquilino con todas las garantías y con contrato en vigor. 

En esos casos el comprador asume la permanencia del arrendatario por el tiempo estipulado y con las condiciones fijadas anteriormente. Cuando finalice el contrato decidirá si prolonga el acuerdo, si cambia las condiciones del alquiler o si opta por otro tipo de operación inmobiliaria. Por último, también se suman a este tipo de alternativas las relacionadas con la nuda propiedad, en las que se adquiere el derecho sobre una vivienda que permanecerá habitada por un usufructuario.

«Efectivamente, notamos que hay propietarios interesados en vender viviendas con inquilinos. No es algo sistemático, pero sí detectamos que ocurre», explica José Muñoz Plaza, gerente de la Cámara de la Propiedad de Burgos, quien explica por qué esta opción consolida su pequeño nicho. «La situación jurídica no ofrece seguridad al propietario y eso le lleva a ofrecer la posibilidad de venta al arrendatario o a un tercero a un precio más bajo que el del mercado», analiza.

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