Un total de 398.970 castellanos y leoneses contaba en el año 2018 con un seguro privado de salud, lo que supone que el 16,5 por ciento de la población de la Comunidad. Los asegurados han crecido en 32.784 desde 2011, un claro indicador que demuestra el posicionamiento de la sanidad privada, ya que cada vez más personas cuentan con una póliza de este tipo, ya sea como un complemento al sistema público de salud o bien para mejorar la cobertura de determinadas especialidades, pero también para saltarse una lista de espera quirúrgica. Hace dos semanas, la Consejería de Sanidad hizo públicos los datos de que cerca de 30.000 personas esperaban para pasar por el quirófano en la región, con una demora media de 94 días, tras aumentar en 24 en el cuarto trimestre de 2019.
Según los datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) facilitados a la agencia Ical, las personas con un seguro de salud no ha parado de crecer en la región en los últimos años. De los 366.186 contabilizados en 2011 se pasó a los 372.240 en 2012, aunque la cifra bajó en los ejercicios posteriores con el recrudecimiento de la crisis económica. El año 2013 cerró con 363.517 y 2014, con 359.798. Posteriormente, repuntó con crecimientos progresivos como en 2015 (368.757), 2016 (377.904), 2017 (390.82) y 2018 (398.970).
El sector subraya que los seguros de salud se han convertido en un producto «asequible» para la mayor parte de los ciudadanos, además de destacar su gran capacidad de personalización y la posibilidad de acceder a un médico de cualquier especialidad sin apenas esperas. Los ingresos de las aseguradoras por la venta de pólizas en 2018 ascendieron a 64.282 millones de euros en el conjunto de España, de los que 8.520 millones correspondieron a la partida de seguros de salud, con un repunte del 5,5 por ciento.
Los cerca de 399.000 asegurados en Castilla y León disfrutan de las coberturas propias del seguro médico, lo que les garantiza servicios des salud y tratamientos a través de cuadros médicos cerrados –que son la gran mayoría- o de libre elección, lo que implica un reembolso de los gastos causados por optar un profesional concreto. Aquí no estarían incluidos los beneficiarios del llamado ramo de enfermedad o de subsidios, que reciben una indemnización diaria cuando el asegurado está enfermo u hospitalizado. Un producto que solicitan, básicamente, los trabajadores por cuenta propia.
El seguro privado de salud más extendido en España, con 9,5 millones de asegurados, es el de la prestación de servicios, en concreto el de asistencia que contempla un cuadro médico o un conjunto de servicios cerrado, del que normalmente el beneficiario hace uso sin más pago que la prima. El aseguramiento privado también atiende la salud bucodental de casi cinco millones de españoles, a través de pólizas específicas dentales.
Pese al incremento del número de asegurados de salud en la Comunidad, el índice de penetración de estas pólizas ha subido poco más de dos puntos desde 2011, al pasar del 14,3 al 16,5 por ciento. Además, son cinco puntos y medio menos que la media nacional, situada en el 22 por ciento.
Distribución
En cuanto a la distribución de asegurados con una póliza de salud en la Comunidad, destaca la preponderancia de las edades medianas jóvenes, especialmente a causa de las mujeres en la edad fértil. La mayor cartera se registra en el tramo entre los 18 y los 45 años, que suponen el 42 por ciento del total.
La patronal reconoce que la tasa de penetración del seguro médico de prestación de servicios entre los territorios es «muy variable». No en vano, existen tres comunidades autónomas donde la capilaridad del seguro de salud es superior. Se trata de Madrid (34,3%), Cataluña (31,1 por ciento) y Baleares (29,2 por ciento), seguidas muy de cerca del País Vasco, con el 21,7 por ciento.