En estos días previos a las elecciones europeas, Alberto Núñez Feijóo se ha sometido a varias entrevistas en las que sus interlocutores le preguntaron sobre la posibilidad de presentar una moción de censura a Pedro Sánchez. Pincharon en hueso. El líder de la oposición no tiene la menor intención de mostrar sus cartas, actuará en función de cómo se presenten las circunstancias.
Que en estos momentos son imprevisibles. Los sondeos últimos sobre el resultado de esas elecciones advierten que Sánchez no está "tocado" por los casos de corrupción o conductas cuando menos irregulares de su círculo político más cercano, incluso del familiar, y los escaños que puede conseguir en el Parlamento Europeo se acercan a los del PP, aunque apenas un mes atrás la distancia entre los dos partidos era considerable.
Eso obliga a Feijóo a reflexionar sobre qué está ocurriendo.
Gran parte de los españoles solo se escandalizan con los casos de corrupción del PP, no con los del PSOE, lo que es inexplicable porque es la izquierda la que más se enfurece públicamente ante la corrupción y la ostentación de riqueza. Aunque solo cuando afecta a los demás. Se trata de una izquierda que aplica la vara de medir según y cómo. Pero dicho esto, es probable que Feijóo también esté dedicando una pensada a los motivos por los que su partido, con un PSOE que provoca más rechazo que nunca a infinidad de españoles, no consigue que Sánchez se marche de Moncloa.
Es verdad que para mantenerse en el gobierno utiliza métodos que en muchos casos demuestran una absoluta falta de moralidad, y no hace falta recordarlos porque están muy presentes en el día a día, son muy conocidos. Pero si el PSOE consigue un número importante de votos a pesar de la carencia de principios de algunos de los protagonistas del gobierno y del partido, de tanto engaño, y de asociarse con los partidos menos recomendables, es porque algo falla en el PP. Ganó las elecciones, sí, pero no consigue gobernar. Es Feijóo y solo Feijóo el que debe deducir cuáles son los motivos y actuar en consecuencia.
¿Está en condiciones de presentar una moción de censura? No mientras Pedro Sánchez sea capaz de conservar tantos votantes, aunque sean votantes que acuden a las urnas tapándose la nariz para no percibir el olor de la corrupción y de la falta de proyecto eficaz. Pero tampoco puede presentar Feijóo una moción si para ello necesita los votos de Vox y, quizá, los de Junts. Esto último significaría que perdería millones de apoyos entre su gente. En cuanto a Vox, mucho tendrían que cambiar las cosas para que votantes de la izquierda moderada y del centro aceptaran un gobierno apoyado por Abascal y sus acompañantes, algunos de ellos de cuestionable talante democrático. Aunque para falta de talante democrático, la palma se la lleva el sanchismo.
Así las cosas, se comprende que Feijóo prefiera no entrar en especulaciones sobre una moción de censura.