La agricultura y la ganadería poco tienen que ver con un trabajo de oficina de 8.00 a 15.00 horas de lunes a viernes. Y por mucho que nos empeñemos, si el sueño de un joven es ese, jamás aterrizará en el campo. Pero para todos aquellos que no tengan esa primera y única aspiración, el sector sí puede ofrecerles una oportunidad. 
El Ministerio y las comunidades autónomas han dedicado una conferencia sectorial a debatir cómo atraer a los jóvenes. Hablan de una futura Ley de Agricultura Familiar que les hará un guiño en su articulado. Hablan de que hay que sensibilizar a la población sobre la actividad agraria y ofrecer un asesoramiento específico para jóvenes antes y después de la instalación. Hablan de cómo la tecnología hará que el sector sea atractivo y rentable.  Y hablan de que convocarán próximamente una nueva conferencia sectorial monográfica centrada en el relevo generacional.
Pero de la incorporación de jóvenes al campo se lleva hablando décadas. Con planes y estrategias lanzados una y otra vez por diferentes administraciones. Con soluciones más o menos mágicas que logran atraer a unos pocos jóvenes, pero sin llegar a esa ansiada explosión de amor por las actividades agrícolas y ganaderas. Hay apoyo económico vía PAC (con su correspondiente carga burocrática), hay alternativas viables y rentables (no es condición sine qua non ser hijo de agricultor) y hay futuro (a base de trabajo, siempre). 
Y entonces, ¿qué es lo que falla? No hay soluciones sencillas para problemas complejos, pero lo que sí existe es un gran desconocimiento generalizado de la sociedad sobre su sector primario, que va a más con el distanciamiento entre mundo rural y urbano. Los padres no tienen ni idea de qué va eso de la agricultura (que nada tiene que ver con la de los años 80 y 90). Como para explicárselo a sus hijos. Lo que no se conoce, no se aprecia ni se valora. Ni se ve como una alternativa de futuro. COAG lanzó el año pasado una campaña para lograr una formación más amplia sobre el sector agrario en colegios e institutos.  Probablemente ese sea el camino.