El otro burgalés entre 'Los últimos de Filipinas'

I.P. / Burgos
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El escritor Miguel Ángel López rescata del olvido al soldado Pedro Izquierdo, de Villayerno Morquillas, que murió en el sitio de Baler, tras la heroica resistencia junto a 54 compañeros

Foto de los compañeros de Pedro Izquierdo que sobrevivieron a Baler. - Foto: DB

La hazaña de los conocidos como 'Los últimos de Filipinas', esos 55 soldados del destacamento español que fueron sometidos a un asedio, en el llamado sitio de Baler, durante 337 días (1 de julio de 1898-2 de junio de 1899) por parte de los filipinos insurrectos, ha pasado a los libros de historia, a las novelas y al cine. Miguel Ángel López de la Asunción, escritor, investigador y conferenciante, es uno de los autores que más y mejor conoce cómo se desarrollaron los acontecimientos en aquella isla de Luzón y el desenlace de la misma. 

En 2016, junto a Miguel Leiva, publicó Los últimos de Filipinas. Mito y realidad del sitio de Baler, donde el nombre de Marcelo Adrián Obregón, natural de Villalmanzo, destaca como uno de los soldados que logró sobrevivir al asedio y regresar a España. El autor explica que el 60% de lo que se sabe del sitio de Baler, lo pusieron ellos en la publicación, gracias a la información de archivos militares, diocesanos, parroquiales y familiares. López de la Asunción no ha parado de investigar, sobre todo para conocer más sobre los fallecidos y rescatarlos del olvido; fruto de ese trabajo es El sitio de Baler, que por lo que respecta a Burgos ha deparado una nueva sorpresa al identificar a otros dos burgaleses que formaban parte del mismo batallón que Adrián Obregón, la Tercera Compañía del Batallón de Cazadores Expedicionario número 2.

Solo de uno de ellos, sin embargo, ha logrado recabar datos que le han llevado hasta Villayerno Morquillas. Su nombre, Pedro Izquierdo Arnaiz, hijo de un matrimonio de agricultores formado por Julián Izquierdo Sáez e Isabel Arnaiz, nacido el 1 de diciembre de 1877. 

Miguel Ángel López posa con su nuevo libro, con Villayerno Morquillas al fondo.Miguel Ángel López posa con su nuevo libro, con Villayerno Morquillas al fondo. - Foto: Alberto Rodrigo

Del otro soldado burgalés, de nombre Román López Lozano, apenas el escritor ha logrado saber que nació en Villanueva, sin que ese dato le haya conducido al pueblo concreto del que era originario, aunque sí parece que su madre, Francisca Lozano, que residía en Burgos capital, recibió una pensión de 720 euros anuales por su muerte, de beriberi.

El propio autor explica las dificultades de conocer la procedencia de muchos de 'los últimos de Filipinas' porque se han perdido los expedientes, y casi él mismo no sale de su asombro de cómo ha logrado llegar a ubicar a Pedro Izquierdo que, al contrario de su compañero Marcelo Adrián, no regresó a su tierra, sino que pereció durante el sitio de Baler víctima de beriberi, enfermedad que junto a la difteria, diezmó al batallón español, aunque también muchos murieron asesinados. En total, fueron 19 los fallecidos en Baler.

López de la Asunción narra en su libro, que presentará el próximo 9 de junio en la feria del libro de Madrid, que fue gracias a Diario de Burgos, cómo descubrió el pueblo donde nació Pedro Izquierdo. Así, cuenta que buceando y buceando para 'situar' los apellidos Izquierdo y Arnaiz, gracias también a su afición a la genealogía, le llevaron a esta provincia; un día se topó en las páginas del periódico con un suceso que informaba de que se había encontrado muerta a una persona en el camino de Gamonal a Villímar, que respondía al nombre de Julián Izquierdo Sáez, cuyo nombre tenía localizado porque constaba en el Boletín Oficial del Ministerio de la Guerra como beneficiario de una pensión por la muerte de su hijo Pedro. Los siguientes pasos fueron los lógicos, contactar con el cura del pueblo, quien efectivamente revisó los libros parroquiales y localizó su partida de nacimiento.

Pedro tenía dos hermanas, Gabina y Jerónima, y al servicio militar fue por su quinta, por lo que llegaría a Filipinas como soldado de apoyo entre finales de 1896 y primeros del 97, en principio a una zona tranquila, aunque posteriormente, a su compañía la mandaron a Baler para aplacar la insurrección, que lo consiguieron hasta que España entra en guerra con EEUU y los soldados americanos llegan a Filipinas en una segunda insurrección.

Al igual que en el caso de Pedro Izquierdo, el escritor ha podido localizar al resto de los fallecidos en más o menor medida, pero sobre todo, explica, «se ha humanizado a todos estos soldados y se ha dado una visión novedosa del sitio de Baler». En este sentido, explica que los soldados «no eran unos locos que aguantaron allí sine die esperando nada». López de la Asunción añade que les pillaron una partida de filipinos de unos 600 hombres, muy superior a los 55 (54 militares y un religioso)- que eran ellos y que aguantaron sin mucha comida pero con agua a la espera de la llegada de refuerzos españoles, y regresar sanos y salvos a casa, algo que no todos consiguieron. 

Charla en Villayerno. Una vez publicado el libro El sitio de Baler, su autor quiere dar un paso más y contactar con los responsables municipales del pueblo para fijar una fecha en la que pueda acercarse y contar a los vecinos la historia de su paisano.

Lo cierto, dice el autor, es que no hay ningún descendiente de la familia Izquierdo Arnaiz en Villayerno. Al parecer sus dos hermanas ingresaron en una residencia de Burgos donde murieron; desconoce si tuvieron descendencia, porque no ha logrado recabar más datos, pero sí rescatar del olvido a uno de sus 'hijos' y héroe de Filipinas.