El Hospital Universitario de Burgos ha pasado de tener dos quirófanos de urgencias a uno. La razón que esgrimen en la Junta es que era el único de toda la comunidad  que contaba con dos y que pasa a tener solo uno «para estar en consonancia con el resto de la región», en palabras del delegado, Baudilio Fernández-Mardomingo. Pero esto no es lo que explica el servicio de Anestesiología que, como se recordará, anunció una huelga en mayo que se desconvocó tras una serie de promesas por parte de la dirección del centro sanitario.

Una de ellas era la incorporación un cuarto anestesista de guardia de presencia física, algo que ahora acaba de denegar la Gerencia Regional de Salud y la razón por la que este segundo quirófano tiene que cerrar: «Solo funciona uno debido a que el otro anestesiólogo se hará cargo exclusivamente de los pacientes de la unidad de reanimación».

Y es que, con las directrices de Sacyl, la guardia de presencia física de Anestesia queda en tres profesionales, uno para la atención de ese quirófano de urgencias, otro para los pacientes ingresados en la unidad de reanimación (conocida como URPA) y un tercero para atender las cesáreas y epidurales. «Queremos denunciar que esta situación, según nuestro criterio, llevará a un deterioro de la calidad asistencial así como a un retraso importante de las intervenciones quirúrgicas urgentes y a la imposibilidad de realizar y asumir determinadas urgencias quirúrgicas», dicen los médicos.

En este sentido, precisaron que el HUBU es referencia de toda Castilla y León para Cirugía Pediátrica, Cirugía Vascular, Neurocirugía y Código Ictus; de referencia nacional para los reimplantes de miembros superiores y para la extracción de órganos para la Organización Nacional de Trasplantes, además de asumir las urgencias graves de Aranda y Miranda y las neuroquirúrgicas de La Rioja.