Las cuatro prioridades del San Pablo Burgos

C.P. / Burgos
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La dirección deportiva trabaja para dar continuidad al proyecto con las renovaciones de Speight, Lapornik, Fischer y la ampliación de la cesión de Jiménez. Corbalán y Barrera son los únicos que tienen contrato

Luke Fischer, Miha Lapornik, Micah Speight y Millán Jiménez. - Foto: Alberto Rodrigo y Luis López Araico

El Longevida San Pablo quiere cimentar su nuevo proyecto sobre la base del actual y este verano  no hará limpia como en las dos últimas temporadas. Su idea es mantener a buena parte del bloque y la dirección deportiva ya está trabajando para que así sea. Micah Speight, Miha Lapornik, Luke Fischer y Millán Jiménez son las prioridades.

Solo dos jugadores del plantel tienen contrato para el año que viene: Gonzalo Corbalán y Álex Barrera. El resto quedó desvinculado una vez acabada la campaña, pero la idea es convencer al menos a cuatro jugadores para que renueven, ya que desde el club se entiende que es la mejor fórmula para hacer un proyecto potente.

Speight, de 25 años, llegó el pasado verano después de ascender con el MoraBanc Andorra y ha sido una pieza fundamental tanto para Lolo Encinas como para Jota Cuspinera. Disputó un total de 38 partidos con un promedio de 10.2 puntos, 4.9 asistencias y 12.6 créditos de valoración. El base americano ocupa plaza de extracomunitario, al igual que Corbalán, así que, en el caso de que se quedaran los dos, la dirección deportiva no podría fichar más jugadores con dicho pasaporte.

Fischer también es estadounidense, pero cuenta con nacionalidad armenia y no ocupa plaza de extracomunitario. El pívot de Milwaukee, de 29 años, ha tenido un rendimiento notable este año y es también una de las prioridades del San Pablo. Es más, durante el tramo que estuvo lesionado a finales de 2023 el equipo lo notó mucho tanto en defensa como en ataque. Sus números hablan por sí solos: 10.4 puntos, 5.6 rebotes, casi una asistencia y un tapón, y 13.9 de valoración de media en los 36 partidos que ha disputado como azulón.

Lapornik ha sido otro de los hombres importantes de la temporada tanto dentro como fuera de la pista. El escolta esloveno, de 30 años, ha tenido un papel de líder durante todo el año y gozaba de la máxima confianza de Lolo Encinas. Es más, él fue el encargado de asumir responsabilidad en los momentos más calientes. Después, con Jota Cuspinera en el banquillo, no tuvo tanto protagonismo por culpa de una lesión muscular que le hizo perderse el tramo final de la liga regular y casi todo el play off. Regresó para la semifinal ante el Lleida, pero no estuvo fino. Aun así, su aportación ha sido más que interesante: 11.8 puntos (40.7% en tiros de tres), 2.4 asistencias y 12.5 de valoración.

El caso de Millán Jiménez es diferente al de los tres jugadores anteriores. El exterior riojano pertenece al Valencia Basket y llegó el pasado verano en calidad de cedido por una temporada. Su integración en el club, tanto a nivel personal como deportiva, ha sido muy positiva, pero la decisión de ampliar el préstamo una campaña más involucra a las tres partes implicadas. Ha tenido una temporada con picos y valles, en la que también superó una lesión de tobillo, pero en términos generales ha rendido a buen nivel: 7.5 puntos (38.5% de acierto en triples), 3.5 rebotes, 1 asistencia y 8.3 de valoración.

Lolo Encinas, al Valladolid. Por otro lado, Lolo Encinas, exentrenador del San Pablo, dirigirá la próxima temporada al Real Valladolid tras la salida de Paco García. El técnico vasco toma las riendas del equipo blanquivioleta después de haber sido primera espada del Gipuzkoa y el San Pablo. Además, cuenta con una dilatadísima trayectoria como técnico ayudante junto a entrenadores de la talla de Pablo Laso, Sito Alonso, Jaume Ponsarnau o Álex Mumbrú. Ahora, el donostiarra buscará dar guerra en la LEBOro con el Valladolid.