Comprometida al cien por cien

MÓNICA PURAS (SPC) / Burgos
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Las más fuertes (8) | Responsable en todo lo que hace y de carácter cooperativo, Marta Horcajo quiere que el equipo de su vida (Universidad de Burgos) se mantenga en Primera Nacional de voleibol y luchará hasta la extenuación porque así sea

Marta Horcajo, jugadora del Universidad de Burgos de voleibol. - Foto: Luis López Araico

Era muy chiquitita entonces. Corría el 2005 y el voleibol femenino burgalés era uno de los estandartes en la competición de élite: la Superliga. Entonces, con 10 años, Marta Horcajo ya hacía encaje de bolillos en su agenda diaria y en la de sus padres, puesto que militaba en el equipo de Maristas Liceo Castilla alevín de voleibol y también en el de baloncesto. Sintió un poco más de atracción por la disciplina de la red y decidió federarse con el Universidad de Burgos. «Era impresionante para mí ver a las mayores. Nos fascinaban. Eran unas reinas. Iba a todos los partidos y ayudaba en las labores de recogepelotas», recuerda con orgullo de haber podido disfrutar de la calidad y «aprendizaje» de aquellos maravillosos tiempos que «¡ojalá volvieran algún día!».  

Supo compaginar sus estudios extraordinariamente y también los dos deportes colectivos hasta Segundo de Bach, cuando ya solo se decantó por el voleibol hasta hoy. «Era un poco locura. Estudios, deporte, fines de semana. Pero me encantaba», resalta, haciendo una especial mención a la paciencia de sus padres que siempre estuvieron en su mismo barco, apoyándola en todo y cambiando de vestuario cada dos por tres. 

Amante de los deportes colectivos, confiesa que el voleibol se lo ha dado todo: amigos, felicidad, valores, cooperación, compañerismo, colaboración, organización, gestión... y todo eso vuelve a llenar su agenda.

Ahora como abogada y encargada de tirar del carro del Universidad de Burgos de Primera Nacional, donde hace las veces de contacto con presidentes de otros clubes rivales, jugadora, capitana e incluso, puede que esta campaña tenga que dirigir al grupo «porque no encontramos entrenador». 

Representar a Castilla y León en el Nacional de Cartagena fue algo inolvidable»

«Ha sido una temporada muy difícil. Cambiamos de nombre, nos quedamos sin presidente y se fueron varias veteranas. Tiramos de cantera, que al final, eso también nos honra. Nos han brindado la oportunidad de seguir en esta liga, pero tenemos que ponernos las pilas en cuanto a patrocinadores, gente que quiera competir que está un poco desencantada y encima repartir presupuesto con otro equipo de la categoría. A ver cómo afrontamos un viaje a Las Palmas, a Tenerife y otros tantos. Será otra campaña dura. Pero tiraremos hacia adelante», afirma valiente. 

Fue la única burgalesa seleccionada por Castilla y León como cadete y estuvo concentrada en Valladolid para preparar el Nacional que se jugó en Cartagena, una de sus experiencias inolvidables. Además, a nivel internacional, militó en una escuadra en Alemania y otra en Irlanda. Y, no se le olvida su paso por Valencia.

Tiene carácter en los momentos decisivos y se toma las cosas en serio, aunque le gusta ver «buen rollo y hacer piña» en la cancha. Su compromiso y ganas hacen que no se le ponga nada de por medio. «He llegado a jugar con 38 de fiebre, que no es lo ideal, pero las circunstancias...».

¡Allá va! Con todo. «Quiere mantener el equipo porque no quiere que se vaya al garete» el club de su vida. A todas las niñas les insta a practicar deporte. «Es un privilegio». Lo dice mientras besa el balón de voley playa, que es lo que toca ahora en verano.