De los 67 propietarios de fincas situadas en los parajes denominados La Salera y Tierra la Campana, convocados por el Ayuntamiento para ofrecerles información referente a los viveros de flor que Bionatur desea crear y plantearles las contraprestaciones económicas que recibirían por sus propiedades, solo acudieron al encuentro con la Corporación municipal 42.
La reunión entre vecinos y Ayuntamiento, con tensión por ambas partes, por lo que se pudo saber y oír al finalizar el encuentro que duró casi dos horas, tuvo sus controversias incluso entre el vecindario afectado. Mientras algunos opinaban que la idea no era mala pero que todo en su conjunto, refiriéndose al proyecto de los viveros, había que madurarlo, otros, mayoritariamente, decían que no creían que la gente pasara por la propuesta municipal.
Las manifestaciones de Raúl Sobrino, alcalde cerezano, al finalizar la exposición fueron contundentes: «El proyecto es magnífico y creo que ha gustado, la gente se lo pensará y les hemos pedido que su contestación sea, como fecha tope, el 11 de abril». Hasta esa fecha, los afectados deberán contestar a la propuesta económica del Ayuntamiento para vender sus fincas al municipio. Todos los asistentes recibieron una oferta individual en sobre cerrado y, los que no han asistido, «recibirán una carta certificada con la valoración de su propiedad», afirmó Sobrino.
El alcalde no quiso precisar qué baremos se habían aplicado desde el Ayuntamiento para la valoración de fincas, ni siquiera se atrevió a dar un valor medio sobre metro cuadrado para que ningún propietario se vea condicionado al apreciar la oferta recibida. La empresa Bionatur Invernaderos Biológicos presentó al Ayuntamiento su intención de implantarse en el municipio y, por ello, solicitaba le fueran cedidos terrenos -en arrendamiento- para crear un centro de producción y comercialización de rosas para lo que requería una superficie de 47,70 hectáreas, a título oneroso.
Esta solicitud se llevó al pleno extraordinario celebrado el pasado día 2 de marzo y, consecuentemente, aprobada la memoria, se inició el expediente administrativo y los correspondientes estudios económicos para lograr financiación y adquirir todos los terrenos solicitando, incluso, las subvenciones.
Sobrino planteó al delegado territorial de la Junta este macro proyecto que cambiaría totalmente el ambiente social de Cerezo, generando un movimiento que afectaría a sectores tan importantes como el laboral, la vivienda, centro escolar, atención sanitaria y obligaría a adaptar las infraestructuras para atender la ampliación de nuevos servicios comerciales con los consiguientes efectos económicos para la población. Sobrino está convencido de lograrlo y que serán los vecinos afectados los primeros en entender los grandes beneficios que reportaría al municipio la creación y puesta en marcha de un proyecto que, en principio, crearía 400 puestos de trabajos, directos e indirectos.