Esta vez la concejala de Festejos del Ayuntamiento de Burgos no ha estado acompañada de miembros del barrio de San Pedro de la Fuente, quizá por el temor a que volviesen a demostrar su enfado por no poder contar con unas instalaciones dignas donde preparar la cecina que se reparte cada 22 de febrero. Carolina Álvarez ha dado cuenta en solitario de los actos de una fiesta declarada Bien de Interés Turístico Regional y ha manifestado la imposibilidad de cumplir, como se comprometió la alcaldesa, Cristina Ayala, con una reclamación histórica.

La concejala ha dado a entender que un local con cocinas no hay y que adaptarlo supondría una inversión muy alta. Sin embargo, la asociación del barrio no es eso lo que lleva pidiendo décadas. Lo que las mujeres piden (son ellas las que preparan la cecina) es un espacio "digno" donde no morirse de frío, con calefacción y agua caliente. Con ese matiz sobre la mesa y a preguntas de los periodistas, Álvarez tampoco ha encontrado un espacio adecuado: "No podemos cederles un espacio exclusivo para ellas. Opciones tienen porque les dejan locales. El problema es que nosotros no contamos con locales. Si saliera alguno en el área de Patrimonio, podrán optar a él como el resto de asociaciones", ha afirmado.

También  ha adelantado que pensaron en ubicar en el barrio uno de los contenedores que el Ayuntamiento anunció iba a comprar, "pero resultan pequeños para poder trabajar con seis ollas", ha indicado.

La fiesta de la Cátedra de San Pedro se celebra en Burgos del 20 al 24 de febrero, siendo el tradicional reparto de la cecina el sábado 22. Este año se les entregará la 'cátedra' a Miguel Santamaría López y Marta García Reoyo. El Ayuntamiento aporta 15.500 euros y una subvención de, si se asemeja a la del año pasado, unos 4.000 euros.