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Tal y como preveían los investigadores, la autopsia practicada al neonato hallado el pasado martes a orillas del río Arlanzón sacó a la luz los primeros hilos de los que tirar para dar con el paradero de los responsables del abandono. El primer informe apunta que el neonato había completado su gestación y llevaba varios días en el cauce. El Instituto de Medicina Legal ha solicitado estudios más detallados para poder precisar aspectos como el momento exacto del fallecimiento o la causa.

Mientras, la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial, que ahora mismo trabaja con la hipótesis del homicidio, está rastreando todos y cada uno de los centros sanitarios en busca de mujeres que debían dar a luz en estas fechas, tanto en la provincia como en otras limítrofes. 

Agentes de la Científica regresaron ayer al lugar en busca de posibles evidencias. - Foto: Alberto Rodrigo

Agentes de la Policía Nacional, tanto de las brigadas judicial como científica, regresaron a primera hora de la mañana de ayer al lugar exacto donde una mujer encontró el cadáver del bebé sobre las 19 horas del martes mientras paseaba al perro en la margen izquierda del Arlanzón, a la altura de la Plaza de Santa Teresa. El objetivo era volver a peinar el sitio en busca de evidencias o pruebas que se les pudieran haber pasado en las primeras horas de investigación. Se recogieron muestras y, nuevamente, recorrieron el cauce sin que allí consiguieran dar con nada de valor que permitiera arrojar algo de luz. Todo ello mientras esperaban los resultados de la autopsia practicada por los forenses. 

Ese primer informe preliminar no permitió tener certezas absolutas, pero sí al menos sacar las primeras conclusiones y comenzar a trazar unas líneas de investigación más concretas. Para empezar, concluyó que era un embarazo a término. Es decir, que el bebé había cumplido el tiempo de gestación. Además, reveló que llevaba varios días en el río. Falta aún por esclarecer si nació ya fallecido o lo hizo después, así como la causa concreta.

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