Los habituales conciertos con la sanidad privada aprobados periódicamente para aliviar la enorme demanda de pruebas de imagen que soporta el servicio de Radiodiagnóstico del HUBU no se consideraron suficiente en 2024, por lo que a finales de año se acordó ampliarlos y dedicar otros 19.587 euros a la derivación de ecografías y estudios de neuroimagen a dos grupos de la red privada: Recoletas (14.862 euros) y Quirón (4.725 euros). En sendos casos se trata de contratos menores, por lo que no se especifica el número de pacientes derivados ni tampoco los plazos de vigencia.
La adjudicación de pruebas a la sanidad privada debería ser una medida extraordinaria que, sin embargo, en los últimos años se ha vuelto periódica. Así, el HUBU suele presupuestar en su plan de gestión anual una partida específica (y creciente) para este concepto, que se saca a licitación pública en verano para que se ejecute en el último trimestre del año. En el 2024, por ejemplo, este concierto contrató a Recoletas la realización de 1.300 pruebas: 950 resonancias magnéticas (casi el doble que en el 2023) y otros 300 TAC (escáneres). En total, el hospital público pagó al privado con sede en El Plantío 224.020 euros por estos estudios, cada vez más imprescindibles para confirmar o descartar un diagnóstico.
Estos contratos menores se suman a otro concierto y al convenio con San Juan de Dios
A esta licitación, de las más importantes en cifras y presupuesto, hay que añadir el acuerdo de colaboración especial con San Juan de Dios, que desde el 2022 incluye la realización anual de hasta un millar de ecografías a pacientes del HUBU en el hospital del paseo de la Isla. En este caso, la inversión no puede desglosarse del pago anual, que puede alcanzar los 6,2 millones (en función del grado de cumplimiento por parte del centro privado). Pero la aprobación de un contrato menor para externalizar pruebas que ya se derivan a San Juan de Dios es algo que, en principio, no se contemplaba cuando se firmó el primer acuerdo de colaboración especial con la congregación religiosa, hace ahora algo más de seis años.
Sin embargo, la demanda de ecografías, así como la abultada lista de espera (3.415 a finales de diciembre, según información oficial) motivó que la gerencia del hospital optara por contratarle a la privada más estudios diagnósticos de este tipo; en este caso con el hospital de Recoletas y por un importe de casi 15.000 euros. Y a esto añadieron otra cifra, también indeterminada, de pruebas neurológicas.