Decenas de petardos de gran potencia incautados a menores

F.L.D. / Burgos
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Entre el 24 de diciembre y el 1 de enero, las patrullas de la Policía Local han intervenido seis veces en Burgos tras quejas ciudadanas

Las patrullas también realizan una labor inspectora por los establecimientos de venta. - Foto: Alberto Rodrigo

Hace ya varios años que desde el Ayuntamiento de Burgos se combate a través de diferentes herramientas el uso masificado de petardos y pirotecnia. Días antes del inicio de la Navidad, el concejal Carlos Niño hizo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para evitar el lanzamiento de cohetes por el mal que hacen tanto a animales como a personas vulnerables. Sin embargo, es casi imposible evitar que se sigan detonando. Esta es, no obstante, una de las principales labores de la Policía Local durante estas fechas. Por lo pronto, en apenas una semana intervinieron varias veces por avisos en los que había menores implicados. Se incautaron de decenas de material piroténico de alta intensidad. 

La primera intervención tuvo lugar en la calle Camino Casa La Vega el pasado 24 de diciembre, cuando pillaron a un menor de 17 años con su padre lanzando petardos denominados F2. Tres días después, en San Pedro y San Felices, fue otro chaval de 16 años el que estaba lanzando petardos de gran potencia también acompañado de su progenitor. Cabe destacar que la venta de estos artilugios está prohibida a personas que tienen menos de 18, por lo que en estos dos casos los responsables del lanzamiento  eran los padres. 

Los dos días siguientes, el 28  y 29 de diciembre, patrullas de la Policía Local también intervinieron material pirotécnico a menores de edad que, en esta ocasión, se encontraban solos. En primer lugar, en la calle Timoteo Arnaiz, justo debajo del puente de la autovía de ronda, 'cazaron' a un chico de 16 años tirando petardos. La segunda fue en Gonzalo de Berceo, en el G-2, cuando requisaron el material que estaban detonando dos chavales de 14 y 15 años. 

Las dos últimas intervenciones hasta el momento se produjeron en el mismo sitio, el parque Virgen del Manzano. El 31 de diciembre, vieron a un menor de 12 años acompañado de su madre y un día después a otros dos de 11. En todas estas intervenciones, la calificación de estos petardos eran los mencionados F2. La gran mayoría de las actuaciones policiales estuvieron precedidas de decenas de llamadas y quejas de los vecinos. 

Además de la labor punitiva y disuasoria que llevan a cabo las patrullas en las calles durante las fiestas navideñas, la Unidad de Policía Administrativa (UPAD), lleva a cabo inspecciones periódicas a la veintena de establecimientos que tienen autorización para vender pirotecnia. De ellos, sólo dos pueden vender los de categoría F2 y F3. 

Según la ordenanza de Ruidos y Vibraciones con sanciones de hasta 600 euros en los casos considerados como infracciones leves. Los más graves, como las que producen daños físicos a terceros, se sancionan a través de la ley de protección de la seguridad ciudadana. Los casos graves especifican multas entre 601 y 30.000 euros, mientras que los muy graves contemplan sanciones entre 30.001 y 600.000 euros.