Burgos tendrá por fin un plan para explotar el potencial como Origen del Castellano de manera coordinada y atraer a la provincia tanto a turistas como a un público más especializado, gracias a la ingente cantidad de recursos documentales y patrimoniales repartidos a lo largo del territorio, algunos escasamente conocidos, combinada con nuevas técnicas como la inteligencia artificial. El inicio de esa ruta será Valpuesta, donde la Junta de Castilla y León tiene pendiente presentar un proyecto que coexistirá con este, mientras que Oña aportará la Voz y Tordómar la Escritura.
Quizás esta última localidad del Arlanza constituya la parte más novedosa y enriquecedora del proyecto, al contemplar la recreación del 'scriptorium' del Monasterio de San Pedro de Berlangas, en el que trabajó el monje Florencio de Valeránica, al que expertos de todo el mundo conocen como el Príncipe de los Calígrafos, gracias a su extraordinaria labor como iluminador de manuscritos de valor incalculable, entre los que se encuentra por ejemplo el único escrito original de Fernán González.
Aunque el complejo en el que trabajó el afamado escriba fue destruido hace muchos siglos, posiblemente en una de las razias de Almanzor, su emplazamiento está identificado y en su día se recuperaron algunas piezas con unas modestas excavaciones. La idea, explica la alcaldesa de Tordómar y vicepresidenta tercera de la Diputación, Inmaculada Sierra, es realizar prospecciones con georradar para determinar «si queda algún otro resto arqueológico digno de estudio» y conectar este lugar con el centro interpretativo que se ubicará en la antigua casa parroquial a través del paseo por la vereda del Arlanza.
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