Una factura de teléfono de 207.000 euros en un mes. Sí, existen. Y, de hecho, en el Ayuntamiento de Burgos hay una. Lo que no ha quedado claro es si la receta en cuestión es real o no. Si efectivamente obedece al gasto realizado, al parecer por transmisión de datos, o se trata de que una coma con poco sentido del humor que le bailó a la compañía (Telefónica) y dejó patidifusos a los que pudieron verla. La distancia que hay entre lo uno y lo otro se mide en la seriedad, o no, que puede tener el asunto.
La factura data del periodo comprendido entre mediados de abril y mediados de mayo de 2011 y, según confirman todas las fuentes municipales consultadas por este periódico, efectivamente se recibió. Lo que ya no está tan diáfano es cómo se gestionó su reclamación, si es que se hizo, y cuál fue el resultado final de ese trámite municipal.
Pese a haber transcurrido un año y medio desde que se produjera el presunto gasto, la ‘polémica’ verbal vinculada a este peculiar suceso ha puesto en guardia a todo el equipo de Gobierno de Javier Lacalle, que no ha escatimado en corrillos para tratar de saber qué hay de cierto (que la factura existe es algo fuera de toda duda) y buscar a un responsable del roto.
Tanto el concejal de Nuevas Tecnologías (ahora y entonces encargado de los móviles municipales), Eduardo Villanueva, como los técnicos vinculados con la fiscalización de las facturas, eran conocedores de este asunto, que ya se tomaba como pretérito. Preguntado Villanueva, la última versión ofrecida ayer es la que sigue, versión que hemos mantenido íntegramente.
«Telefónica envió una factura correspondiente al periodo 18 de abril-17 de mayo. Fue de un importe de 128.189,01 euros correspondientes a todas las llamadas móviles del Ayuntamiento. Al llegar ese importe, el técnico se dio cuenta que era un error porque era un importe muy elevado y se dio cuenta de que no habían aplicado el bono de datos y pidió la subsanación. Telefónica emitió una nueva factura rectificativa del mismo periodo por un importe de 5.544,18 euros que corresponde también a todos los móviles del Ayuntamiento y que es la que tendría que haberse recibido en un inicio si se hubiera aplicado el bono de datos. Este es el único importe que el Ayuntamiento abonó a Telefónica por ese periodo de facturación, y que es la que fue validada por el técnico municipal.
La famosa factura de 200.000 euros corresponde a que dentro de ese mismo periodo había un numero que tarificaba 207.879,97 euros, algo que también demuestra que ese mes llegaron mal los desgloses porque la factura total que suma todos los números era de 128.189,01 euros. Al reclamar la factura de 128.189,01 euros, Telefónica comprobó que era un error suyo de bonos y nos emitió la factura correcta por importe de 5.544,18 euros, que es la factura que he comentado en el párrafo anterior. Esa es la historia».