Declarada Conjunto Histórico, la localidad de Escalada es un paraíso enclavado en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Sus casas fortificadas, sus balconadas, su paisaje invita a la serenidad y no es exagerado decir que por sus calles uno encuentra la paz. En un alto, como si fuera una torre vigía, se alza la iglesia de Santa María la Mayor, de la que a primera vista impresiona su portada, resto del anterior templo románico, pero no es menos el asombro al atravesar su puerta y ver de frente el retablo dedicado a la patrona, una pieza de gran valor artístico de mediado del siglo XVI y cuya autoría se atribuye al taller de Felipe de Vigarny, concretamente a Sebastián de Salinas, discípulo y oficial de aquel. 

El paso del tiempo, las humedades, la carcoma y, sobre todo, la polución se ha cebado en esta obra escultórica, de tal manera que apenas se ve la policromía original oculta bajo un manto negro que como bien dicen los vecinos, «cada vez que estás escuchando misa, dan ganas de levantarse y arrancar tanta mugre».

Pues esos vecinos, que veneran a su Virgen y a su templo, se han puesto manos a la obra para restaurar y limpiar su retablo, un proyecto que lleva ya un recorrido de meses y ya está encauzado con la constitución de la Asociación de Vecinos Raíces de Escalada que ya trabaja en el lanzamiento de cara a la Semana Santa de 2024 en una campaña de crowdfunding con Hispania Nostra para recaudar la cantidad óptima de 50.000 euros y 39.842 -es el presupuesto de restauración- como mínimo para devolver su esplendor al retablo de Santa María la Mayor. Escalada tiene censados 42 vecinos, aunque de forma habitual reside una treintena. En verano, sin embargo, se pueden contar varios centenares. Todos, incluida la parroquia, se han propuesto unir sus fuerzas para alcanzar ese objetivo. Como espejo donde mirarse y tomar ejemplo tienen un puñado de pueblos que iniciaron el camino del micromecenazgo y hoy lucen sus iglesias y retablos con orgullo. No lejos está Terradillos de Sedano, pero también Masa, Villanueva de Odra, Quintanilla de Riofresno, Cardeñuela Riopico y hasta Vadocondes donde Sagrario Gómez, una de las impulsoras del proyecto, tiene amigos y no para de alabar la campaña de recaudación que pusieron en marcha para recuperar el órgano y el retablo y que ha concluido con una restauración espectacular.

Vista general del retablo, obra de mediados del siglo XVI, cuyo estado general es bueno, aunque algunos elementos corren riesgo de desaparecer. - Foto: Alberto Rodrigo

Junto a Sagrario, otro grupo de vecinos se han erigido en líderes del proyecto, como Beatriz García, María Jesús Gallejones, Alfredo, Raquel, Piedad, Lali, Pilar, Rosa, Aurelio... Todos insisten en que es todo el pueblo quien empuja, pero que para llevar a cabo los trámites conviene un equipo reducido, y reconocen que es un trabajo que requiere tiempo y esfuerzo. 

Además, su compromiso va mucho más allá porque los vecinos se van turnando para mostrar la iglesia a los visitantes, y añaden que no falta gente y que se van encantados con las explicaciones. Este verano se ha sumado al Programa de Apertura de Templos de la Junta y la Diócesis. Otro proyecto de futuro es hacer un libro digital de la iglesia. 

Por otra parte, el proyecto de restauración cuenta con los avales del Arzobispado de la Burgos e, incluso, este ya ha realizado el proceso de selección y designado a la empresa que se encargará de la limpieza del retablo, Fénix Restauración. El presupuesto es 39.842 euros, que será la cantidad mínima a pedir en el crowdfunding, aunque pretenden llevar a los 50.000 para poder hacer frente a los 'regalos' que la campaña ofrece en función de las cantidades que se aporten.

Deterioro provocado por los xilófagos en la madera y policromía dorada. - Foto: Alberto Rodrigo

Mientras se lanza esta, prevista para la primera del próximo año, los vecinos no dejarán de buscar fondos. Ahí irán a parar los donativos del 'cepillo' y las aportaciones que dejen voluntariamente los turistas que visitan la iglesia y lo que se sume del Programa de Apertura.

Por otra parte se han diseñado tapones virtuales; por cada uno que se venda a 1 euros se tapa simbólicamente un hueco del retablo producido por la carcoma. Más adelante comenzarán con otras campañas, como la celebración de mercadillos. Igualmente, pretenden acudir a instituciones como la Diputación y la Junta así como al grupo de desarrollo Adeco Camino. Cualquier ayuda será bienvenida para restaurar su joya.

La iglesia cuenta con otros retablos que también precisan trabajos de conservación, pero por ahora no se plantean más que 'salvar' el de Santa María. Por otra parte, al ser BIC, no puede acogerse al 'convenio de las goteras'. Si bien la cubierta se restauró hace unos 10 o 15 años, las bóvedas, sobre todo la central, dejan ver algunas grietas que afectan a los muros interiores del templo, aunque este no tiene problemas estructurales graves.

El proyecto busca también visibilizar el pueblo y que sea foco de atracción en un entorno espectacular que recibe anualmente muchísimas visitas al estar al lado de Orbaneja del Castillo.